Lo que empezó siendo la convocatoria del oficialismo terminó siendo algo menos que eso. Una marcha de marginales. No en un sentido peyorativo, claro. Hablamos de los que están en el margen de una coalición de gobierno que, por estas horas, tras la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en diputados, se cae a pedazos. Si uno es mal pensado, incluso podría hasta llegar a la conclusión que la tormenta política interna del Frente de Todos le vino como anillo al dedo a la maltrecha coalición de gobierno, ya que el mamarracho de hoy frente a tribunales pasó a un segundo plano.
A lo ocurrido ayer se le suma el cónclave de Alberto Fernández con Sergio Massa para elegir al jefe de bloque, que tuvo lugar mientras el juez del Tribunal Criminal, Juan Ramos Padilla, hablaba sin volumen en las televisoras argentinas que cubrían el evento. El audio era para la especulación de los analistas sobre los posibles sucesores del hijo de la vicepresidente, misterio que se develó con el nombramiento del diputado Germán Martínez.
Hoy recibí a Germán Martínez, el nuevo presidente del bloque del @FrenteDeTodos. Su compromiso y trayectoria son muy valiosas para profundizar los consensos y trabajar por leyes que mejoren la vida de las argentinas y argentinos. pic.twitter.com/CbeSIc9zd2
— Alberto Fernández (@alferdez) February 1, 2022
Pero, aunque el acto impresentable terminaba temprano (por la agenda futbolística de las eliminatorias), antes que se apagaran los micrófonos los organizadores reeditaban su pedido por una justicia nacional, popular…y democrática. Más allá que la cuestionada convocatoria no haya cumplido su objetivo de “voltear” a la Corte Suprema de Justicia, que no se somete a los caprichos ni necesidades de CFK, siempre es bueno recordar los motivos por los cuales el Poder Judicial no es ni puede ser democrático.
En diálogo exclusivo con el escritor Ricardo Manuel Rojas, de amplia trayectoria en el Poder Judicial de argentina, el intelectual liberal aseguró que, en el orden constitucional, la justicia está pensada justamente para poner límites a los otros dos poderes “democráticos”.
“Esto lo hace controlando la constitucionalidad de las normas, para que ni el Congreso al sancionar leyes ni el Ejecutivo al emitir decretos, violen la Constitución”, señaló.
Para Rojas, aunque muchos destacan la importancia del artículo 14 que enumera los derechos, hay uno que todavía sería más fundamental. “Probablemente, el artículo más importante de la Constitución sea el 28, porque dice expresamente que los derechos individuales no pueden ser alterados por las leyes que reglamentan el ejercicio. De modo que la función básica del Poder Judicial es controlar que los derechos de los individuos no sean violados por actos del gobierno. Por lo tanto, no es un órgano democrático. Las cualidades para ser un buen juez, no es que la gente lo vote”, resaltó.
En la opinión del prestigioso intelectual argentino, el proyecto del kirchnerismo denominado “democratización de la justicia”, rechazado por la Corte, era “un adefesio violatorio de la Constitución”. Según Rojas, la democracia puede servir para algunas cosas, cuando se necesita un mecanismo electivo, pero para otras puede ser totalmente contraproducente.