Desde el primer disco de Queen en 1973, la banda mostró un sólido rock duro que dejaba en evidencia las influencias de la época, sobre todo en Freddie Mercury y Brian May. Sin embargo, luego de una producción que reflejaba tintes muy crudos y un segundo álbum de mayor vuelo y creación, el éxito los encontró en la tercera producción con un tema muy “light”: Killer Queen. Definitivamente, algo muy distinto a los singles de los primeros dos LP, Keep yourself alive y Seven seas of Rhye.
Aunque el mega hit de Bohemian Rhapsody tiene todo lo que pueda tener una canción, Queen siguió experimentando luego el rock de una manera compleja y sofisticada en todos sus álbumes, pero también cosechando éxitos más del estilo “soft”, como Somebody to love, We are the champions o el en vivo de Love of my life.
Pero más allá de las preferencias sobre las distintas facetas del grupo, el éxito en los setenta fue in crescendo sin mayores cuestionamientos. El primer cambio notorio se dio entre 1976 y 1977, cuando después de A day at the races, Queen cierra una etapa de complicados arreglos, armonizaciones y ambiciosas construcciones vocales exploradas en cuatro discos consecutivos, para pasar a un rock más básico y simple con News of the world. El cambio de época, la crudeza de la irrupción del punk y el hit de We will rock you mantuvieron todo en orden.
Pero el segundo fuerte cambio de estilo tuvo más cuestionamientos. De la prensa, pero también muchos fans. Es que Queen venía de sus giras más importantes y de dos éxitos poderosos como Crazy little thing called love y Another one bites the dust, que, aunque no tenían mucho que ver una con la otra, cuajaban perfectamente en la estética del disco The Game entre 1979 y 1980. Pero el sorpresivo megahit del rock-funk de John Deacon, estilo no explorado antes por la banda, llevó al grupo a sumergirse en aguas hasta el momento desconocidas por Queen. Lo hicieron con la solidez de siempre, pero muchos quedaron desorientados.
Hot Space salió el 21 de mayo de 1982, pero ya se había presentado en sociedad la nueva etapa del grupo el 26 de octubre del año anterior con la salida del single Under Pressure. La canción, compuesta e interpretada junto a David Bowie, se convirtió en uno de los clásicos de Queen más relevantes de toda la carrera del grupo. Por esas casualidades de la vida, la primera vez que el tema fue interpretado en vivo en noviembre de 1981, se registró en video con calidad cinematográfica. Es que la banda estaba grabando dos shows en Montreal, fuera del formato gira, para la producción de un recital largometraje que llegó a los cines y se editó en video.
En las once canciones que dan forma al LP, el rock duro del pasado brilla por su ausencia. Algo asoma en el Action this day de Roger Taylor y en el Put out the fire de May, pero lo que prima es el funk, los sintetizadores y el nuevo estilo bailable que le puso los pelos de punta a más de uno. Como se vio en el recital de Milton Keynes del 5 de junio, Mercury pide desdramatizar el debate antes de interpretar Staying power, tema que representa muy bien el disco que estaban promocionando. Como se ve en la filmación del show, el cantante señala que, aunque tenían nuevas canciones en un estilo más de música negra o funk, eso no significaba que habían abandonado el rock and roll de siempre.
En su momento, Hot Space fue cuestionado y Queen se tomó un descanso en buena parte de 1983. Años después, May y Taylor llegaron a renegar del LP. Sus argumentos eran que la movida disco ya había pasado de moda y hasta responsabilizaron en parte a sus colegas: al bajista por imponer un estilo que al resto no entusiasmaba mucho y al cantante por la influencia de la movida gay de principio de los ochenta. Sin embargo, el guitarrista y el baterista contribuyeron con cinco canciones al disco y con el tiempo se amigaron con la producción.
Sin embargo, no todos los fans repudian el disco. Para muchos, entre los que me incluyo, Hot Space figura en la lista los preferidos. Es un disco bastante redondo y parejo, que se deja escuchar muy bien desde el principio hasta el final. Lo único que desentona es el Life is real, que Mercury le dedicó como homenaje a John Lennon después de su muerte.
Queen siguió con The Works en 1984, pero todavía quedaba algo de Hot Space en la sangre. En este disco, la banda encontró una síntesis entre el rock clásico, al que retornó con mucha frescura, y el pop de sintetizadores que se dieron el gusto de explorar en 1982. De ese blend en proporciones exactas nacieron nuevos éxitos como Radio Ga Ga y I want to break free.