“Antes decían que quería envenenar a la gente y ahora me critican porque no les doy suficiente veneno”, con estas palabras el presidente argentino, Alberto Fernández, ya aburrió con la chicana. La hizo en Buenos Aires, en diferentes provincias y también en México. Sin embargo, sigue insistiendo con el comentario, que en nada lo ayuda para revertir la caída de la imagen de su Gobierno.
Hasta la publicación de la Lancet, todas las encuestas en Argentina revelaban que la gente no tenía confianza en la vacuna rusa, Sputnik V. Por esos días se criticaba duramente al oficialismo por haber caído en manos de Vladímir Putin, sospechado de “envenenador serial” (de opositores), y no haber conseguido las opciones que da en el mundo el sector privado.
Aunque Alberto Fernández se vacunó con la Sputnik V, supuestamente para mostrar confianza, fueron otros dos hechos lo que cambió la percepción de los argentinos: primero la prestigiosa revista que le dio más de 90 % de efectividad y luego el “vacunatorio VIP”, que confirmó que los amigos del poder se estaban inoculando “por izquierda”.
Creció la confianza en “la rusa”, pero también en el resto de las vacunas
Según la consultora de Ricardo Rouvier y Asociados, más del 52 % confía en todas las vacunas y ya no le importa recibir alguna en particular. Un 15,5 % todavía aseguró que tiene preferencia por alguna en particular y el número de quienes desconfían de todas se redujo al 18,8 %. El resto indicó que no está en condiciones de expresarse al respecto, debido a que no cuenta con información o conocimiento suficiente.
Si vamos al sector que se vacunó o está dispuesto a hacerlo, encontramos un 38,9 % que asegura que no tiene ningún reparo en recibir la Sputnik V, ya que le genera confianza, pero lo curioso es que apareció un sector con el 12,4 % que abiertamente prefiere la vacuna rusa al resto.
Este público hasta hace poco no existía ni dentro de los seguidores del kirchnerismo. Otro dato interesante es el que se encontró entre los que desconfían y no quieren vacunarse: mientras que el 20,8 % aseguró que la vacuna rusa le da la misma desconfianza que el resto, el 16,9% dijo que le da todavía más desconfianza que las demás.
Alberto, en baja
Para la encuestadora, el presidente argentino perdió 7 puntos de imagen positiva el último mes, lógicamente por el escándalo del ministerio de Salud, que se llevó puesto a Ginés González García. Para el estudio, que se realizó a nivel nacional, Alberto Fernández ya tiene más imagen negativa que positiva: el 55 % lo rechaza, mientras que el 42 % todavía lo respalda. Con respecto a la opinión de su gestión, también se registró una caída importante. El 57 % considera que el Gobierno va por mal camino. La aprobación tiene 18 puntos menos (39 %) y de a poco se acerca a representar solamente el tercio duro del kirchnerismo y nada más.
La victoria del Frente de Todos en 2019 se debió al éxito de Fernández a la hora de conseguir esos votos de un espacio, que, si bien está alejado de la grieta, es moderado y no votaría por Cristina Kirchner encabezando la boleta. Por lo que muestran los números, ese sector del electorado ya le quitó su voto de confianza.