En teoría, la finalidad de un allanamiento es conseguir pruebas y documentos por medio de una visita “sorpresa”, para que el supuesto delincuente no pueda deshacerse de las pruebas que lo incriminen. Sin embargo, Argentina viene dando vueltas alrededor del allanamiento más previsible de la historia.
Como Cristina Fernández de Kirchner es senadora, tiene fueros y no puede ser detenida ni allanada. El juez Claudio Bonadio pidió su desafuero, pero el peronismo no quiere dar los votos “hasta que no haya una condena firme”. Entonces, ante los casos de corrupción que aparecen a diario alrededor de la causa de los cuadernos de las coimas de la obra pública, la justicia pidió permiso al senado para, al menos, allanar una propiedad de la expresidente.
Esto tiene que ser aprobado por la Cámara de Senadores, pero por dos semanas consecutivas, el órgano legislativo no alcanzó el quorum necesario para sesionar. Mientras tanto, los días siguen pasando y uno se pregunta cual sería la finalidad de realizarlo en el futuro, ya que hubo tiempo de sobra como para evaporar cualquier indicio de delito. Sin embargo, seguimos debatiendo el allanamiento y la próxima semana se volverá a tratar en el recinto.
La ausencia que puso las luces sobre el oficialismo
Aunque el peronismo estuvo dividido a la hora de sentar a los senadores en sus bancas, todos los focos estuvieron puestos en el bloque de legisladores de Cambiemos. En un momento de la tarde de ayer, habían 36 senadores en sus lugares para comenzar el debate, con una Cristina recluida en su oficina, solo dispuesta a presentarse si la pantalla indicaba el número 37. Es decir, la cifra mágica y necesaria para dar inicio a la sesión según establece la norma. Pero el número nunca se alcanzó. Quedó en 36 y luego en 35, ante la partida de Fernando “Pino” Solanas.
Pero lo curioso, que generó serias críticas y suspicacias durante la noche de ayer, es que el macrismo tenía dos senadores más, pero que no estaban presentes. La fueguina Miriam Boyadjian todavía se está recuperando de una operación, por lo que su ausencia era una posibilidad, pero distinto fue el caso de Esteban Bullrich. El hombre que venció, de la mano de María Eugenia Vidal, a la expresidente en las elecciones de 2017, relegándola al segundo puesto en la provincia de Buenos Aires, se encontraba de vacaciones en Italia. Varios analistas políticos pusieron en tela de juicio los motivos por el cual Macri no lo puso en un avión horas antes para estar presente en la sesión. ¿Hubo intencionalidad política de seguir con el debate encendido una semana más? La respuesta la tienen Macri, Bullrich y pocas personas más. Mientras tanto, el escándalo de los cuadernos y el allanamiento anunciado siguen dando vueltas en los medios, quitándole espacio a algunas noticias complicadas para el oficialismo, como la inflación de julio.
“Es un aguantadero”
El periodista Alejandro Fantino comenzó la edición de Animales Sueltos de ayer con duras críticas a la Cámara Alta luego de la fallida sesión. “La sensación que nos dio a todos los que estuvimos viendo eso fue de pena. Nos dieron pena. Nos dieron la impresión de ser una casta sacerdotal”. El conductor tildó de “aguantadero” al senado y acusó a los legisladores que estaban en el Congreso, pero que no se sentaron, de tener una actitud corporativa.
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