En Nicaragua, la Iglesia católica en estos últimos cinco años ha enfrentado más de 772 ataques. El asedio ha sido tan marcado que solo en 2023 se registraron 307 agresiones. La situación es tan crítica que el régimen de Daniel Ortega ahora persigue a la Iglesia cristiana evangélica, según la abogada Martha Patricia Molina. Esta jurista ha seguido de cerca la detención hasta ahora de 15 sacerdotes, tres seminaristas y dos obispos.
En entrevista con PanAm Post, Molina detalló cómo la dictadura sandinista fustiga a quienes se han erigido como oposición en el país centroamericano. La vigilancia se ha llevado a cada uno de los barrios donde se detecte un vocero de la disidencia. Así, después se puede pasar la información, para someterlos.
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¿Cómo es el modus operandi de Daniel Ortega y sus secuaces?, según Molina, la dictadura desde el primer momento se encargó de desmontar todos los espacios cívicos y ciudadanos. Ahora, como la Iglesia católica es la única institución que goza de credibilidad y respeto tanto a nivel nacional como internacional, aparte de ser la que aún se mantiene en el país, el régimen sandinista está atacándola constantemente. Además de los ataques, la Iglesia también enfrenta acusaciones de lavado de activos.
En Nicaragua, para tener un poco de contexto, no existe división de poderes. Aquí no se respeta el estado de derecho y tampoco existe la institucionalidad. Todos los poderes del Estado e instituciones públicas están subordinadas a los tiranos. Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo tienen a su disposición a miembros del Ejército, a policías, a paramilitares y grupos del Consejo del poder ciudadano que son encargados de vigilar a los opositores en cada 1 de los barrios y después pasar la información para que estos sean asediados. En Nicaragua no se respeta la libertad religiosa, dijo Molina.
A las palabras de Molina se suma el precedente de la detención de monseñor Rolando José Álvarez. Al prelado, en su momento, se le juzgó de forma arbitraria, condenándolo a 26 años y cuatro meses de prisión. Sin embargo, la abogada también asegura que la dictadura presenta imágenes del obispo para dar a entender que lo están tratando bien. Aunque estas imágenes traten de ir en esa tónica, se ve que su salud física muestra un evidente deterioro.
“(Monseñor Rolando Álvarez) está demacrado y seguramente está recibiendo torturas como generalmente se practican en las cárceles de Nicaragua, donde se han confirmado que más de 48 mecanismos de torturas, tratos crueles e inhumanos se aplican a las personas detenidas por vínculo, ya sea político o religioso”, enfatizó la abogada.