Ante los recientes escándalos y nuevos controles para evitar la diseminación de noticias falsas, la incitación al odio o la violencia y proteger los datos de los usuarios en redes sociales, muchas plataformas digitales están aplicando medidas restrictivas que incluyen remover contenidos o suspender cuentas de personas u organizaciones. Este mes les tocó a Telesur, medio digital de noticias identificada con la izquierda Latinoamericana, y a Alex Jones, conductor de Infowars, líder estadounidense conocido por sus posiciones de ultraderecha.
En el caso de Telesur, esta es la segunda vez que Facebook suspende su cuenta en inglés -la primera fue en enero de este año- por considerar que su contenido infringe las normativas y los términos de su plataforma, agregando además que por estas razones la página podría quedar fuera de funcionamiento de manera permanente. La red social no dio más detalles sobre la razón de la medida.
Mientras que Jones a principios de este mes, no solo fue amonestado por Facebook, sino que YouTube, Apple y Spotify purgaron de sus servicios todo el contenido producido por el líder de ultraderecha. Y este miércoles, Twitter -una de las redes mas flexibles en cuanto al contro de contenido- le bloqueó su cuenta -con unos 890 mil seguidores- por una semana.
“Lo que vemos es un momento en la historia digital en la que están pasando muchas cosas a la vez. Lo que diría es que la pregunta que nos hacemos todos ante esto es qué y quién gobierna Internet, y ahí es que se debe definir cuál es realmente el rol de los intermediarios (en la web), si el rol de una plataforma como Facebook debe ser completamente neutral o no”, dijo a Pan Am Post, Luis Carlos Díaz, periodista y ciberactivista venezolano.
Mientras que Carlos Correa, comunicador venezolano, director de la ONG Espacio Público dedicada a defender los derechos humanos, en especial la libertad de expresión, la explicación de estas acciones podría estaren que recientemente las reglas del juego en la web han cambiado -especialmente en los Estados Unidos y Europa-, y los intermediarios pueden ser castigados legalmente (o por sus usuarios o clientes) por los contenidos que publiquen.
Telesur entre el sesgo y los “fake news”
“Este es acontecimiento es alarmante a la luz de las recientes suspensiones de páginas que no entran dentro de la narrativa de la cultura dominante”, dijo Telesur desde su plataforma en Facebook ante la suspensión de su página.
Lo que llama la atención además es que los propios periodistas que administraban la cuenta de Telesur en inglés, denunciaron “que las razones podrían estar asociadas a las nuevas políticas y condiciones impulsadas por la empresa estadounidense, sobre lo que consideran ‘fake news’ (noticias falsas)”, en una nota en su portal web.
¿Por qué Facebook eliminó la cuenta oficial de teleSUR English? https://t.co/Jgt8R4gUIk
Esta es la segunda ocasión, en lo que va del año, que la red social suspende el perfil oficial que tiene más de 500.000 seguidores pic.twitter.com/4mDDhBpVs7
— teleSUR TV (@teleSURtv) August 14, 2018
Una cosa es lo que puede denominarse como “cultura dominante (o “mainstream”, refiriéndose a la cultura occidental pro capitalista) y otra “fake news”. ¿Será que para Telesur existen “noticias falsas” que para ellos no son falsas, y que si lo son para los demás?
Tampoco es que Telesur pueda ser considerado un medio de noticias “independiente”. La realidad es que ha sido muy cuestionado por su sesgo a favor de todo lo que tenga que ver con movimientos de izquierda en América Latina y el mundo.
Para Díaz, Telesur miente, y esta mintiendo con esto. El comunicador se preguntó por qué este canal de noticias está en Facebook, “si son anti-imperialistas (…), voy a interpelar la incoherencia de los revolucionarios”, dijo. Y explicó que cuando Telesur activa su página en esa red social, está asumiendo que hay unos acuerdos y parámetros, y “Facebook es una empresa privada y puede hacer lo que quiera. Estamos ante la discrecionalidad de una plataforma privada”, no se trata de “una suerte de beneficio público, que está abierta, y debe ser democrática”.
“Telesur está reclamando que lo sacan de Facebook, pero CNN en español fue eliminado de la parrilla de las cable-operadoras de Venezuela”, dijo Correa a Pan Am Post. Y agrega que Telesur es un canal de información y a veces no es información, sino propaganda.
Basta con ver una de sus publicaciones referente a la crisis en Venezuela, como la titulada “Guarimbas, la ‘salida’ de la oposición en Venezuela desde 2014” de fecha 12 de febrero de este año. Aunque fue publicada después de la ola represiva que contabilizó más de 100 opositores muertos por la represión del régimen de Nicolás Maduro, esto ni se menciona.
En el texto se le pone el adjetivo de “derecha” a la oposición, se acusa a sus líderes Leopoldo López y María Corina Machado de “incitación al odio”. Esta narrativa parece una copia al carbón del discurso del régimen de Maduro.
Una de las primeras grandes críticas que tuvo el canal de noticias desde sus inicios provino del director de Human Rights Watch de América, José Miguel Vivanco. “Si los accionistas de esta empresa pertenecen a un gobierno como Cuba, donde no tienen un concepto básico de libertad de expresión y tolerancia cero para opiniones independientes, Dios nos ayude”, dijo en julio de 2005, meses después de su creación.
Y, de hecho, Telesur o Televisión de Sudamérica C.A. fue creada en enero de 2005 por el muy cuestionado gobierno del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, como un canal de televisión multiestatal de noticias con sede central en la ciudad de Caracas. Su la jurisdicción quedó bajo el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información de Venezuela, e inició sus transmisiones el 24 de julio de 2005.
Poco después de su fundación, los gobiernos de Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Argentina, todos con tendencia de izquierda para ese entonces, se convirtieron en patrocinadores del canal de noticias. Sin embargo, con los cambios que han ocurrido tras las elecciones en muchos de esos países, Telesur ha perdido apoyo y financiamiento en la región. Casi 10 años después, el 24 de julio de 2014 Telesur lanzó su página web y su señal en inglés, y la sede fue instalada en Quito, Ecuador.
El 27 de marzo de 2016, el gobierno de Mauricio Macri, decidió romper con la sociedad propietaria de Telesur, de la cual el estado argentino tenía 16% de las acciones.
Según reseñó el diario La Nación en ese momento, tras varias semanas de análisis jurídico, el ministro de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, y el secretario de Comunicación Pública, Jorge Grecco, resolvieron abandonar La Nueva Televisión del Sur C.A. En consecuencia, la señal dejó de ser de inclusión obligatoria en las parrillas de programación de las empresas de televisión por suscripción por dejar de ser un canal estatal. Así, el gobierno de Argentina se convirtió en el primer socio fundador en salir de Telesur.
Jones y su discurso de odio
La cascada de acciones de las plataformas digitales contra Alex Jones comenzó el 6 de agosto, luego de que el día anterior Apple decidió borrar cinco podcasts del conductor de Infowars, argumentando que “no tolera el discurso de odio y tenemos líneas claras que los creadores y desarrolladores deben seguir para asegurarnos de ofrecer un ambiente seguro para todos nuestros usuarios”, dijo la compañía en un comunicado.
Mientras que Facebook borró cuatro de las páginas de Jones. “Lo hemos sacado porque glorifica la violencia, lo cual viola nuestra política sobre violencia gráfica, y utiliza un lenguaje deshumanizante para describir a personas transgénero, musulmanes e inmigrantes, lo que viola nuestra política sobre expresiones de odio”, destacó la red social, que ya le había censurado algunos videos.
Les siguieron YouTube, Spotify, Vimeo y finalmente Twitter.
El estadounidense Jones ha sido calificado como un presentador de radio, conspiracionista, provocador y uno de los más grandes diseminadores de desinformación por internet. El conductor argumentó que el “culto enfermo del izquierdismo” estaba tratando de destruirlo a él y su programa.
“Toda la basura izquierdista, se orina en nuestra tumba y en los miles de millones de puntos de vista, y 2,5 millones de suscriptores y todo el trabajo y las entrevistas increíbles que hemos hecho”, dijo Jones en un video publicado en Twitter el 6 de agosto.
https://twitter.com/RealAlexJones/status/1026501654131224581
El diario español El País hace un resumen de lo que ha difundido: “el gobierno controla el tiempo atmosférico; el entorno de Hillary Clinton tenía una red de pedofilia en el sótano de una pizzería de Washington; los demócratas están planeando un ‘genocidio blanco’; y los padres de los niños asesinados en la escuela Sandy Hook en 2012 son actores, nadie murió allí y todo es una campaña para promover el control de armas”. Y agrega que actualmente tiene seis demandas en su contra por difamación, tres de ellas de padres de niños asesinados en Sandy Hook.
Pero tiene muchos seguidores. El canal de Jones en YouTube tiene más de 2,4 millones de suscriptores; en las cuatro páginas suspendidas en Facebook 1,7 millones; las visualizaciones de sus videos llegaron a un pico de 125 millones en noviembre de 2016, pero el mes pasado fueron de uno 25 millones, según la firma de mediciones de redes sociales, Tubular Labs.
“Sacar del aire a Alex Jones puede ser visto como algo positivo, porque el tiene un tipo de discurso que puede ser clasificado como ‘hate speech’, que es el discurso de odio y que no está protegido como libertad de expresión, puedes decir lo que quieras, pero no llamar a matar otra gente, el asunto del acoso, de la violencia contra las minorías, eso no esta protegido por libertad de expresión”, explicó Díaz.
Aparentemente, el único canal que le queda a Jones para transmitir sus mensajes es su página web.
Y cómo queda la libertad de expresión en todo esto
Tanto la accion contra Telesur como las tomadas contra Alex Jones, tienen algo en común, se está ejerciendo la censura. Pero no por parte de medios de comunicación cuyo objetivo es difundir informacion como un servicio público, ni por decisiones de organismos de los estado, sino por plataformas privadas que ambos utilizan y aprovechan para apuntar a audiencias especificas o para apalancarse en su gran cantidad de usuarios. Y en algunos casos, para ahorrarse potenciar sus propios portales, lo cual podría ser costoso.
Ni siquiera Telesur monetiza para Facebook, como puede ser el caso de grandes periodicos como The New Yor Times o canales como CNN. Ambos, ademas e atraer usuarios a la red, incluyen publicidad.
“Hoy en día los homes de los sitios web, no son los homes de los sitios web. Por supuesto las redes sociales son una herramienta poderosa para llegar a otras audiencias, la gente está más en ese tipo de plataformas o redes, por eso es que todos los medios intentan tener presencia allí”, explicó Correa.
Pero con los últimos escándalos, como el de Cambridge Analytica en Facebook, o su utilización para manipular las elecciones presidenciales en EE. UU., que están siendo objetos de interpelaciones en el Senado y con posibles acciones penales, las redes se están cuidando. En especial de la política.
El caso de Jones es claro, es un provocador y su discurso ha incitado al odio, pero hasta qué punto ha violado la libertad de expresión, eso es una interrogante. Y las plataformas que lo censuraron fueron claros en explicar sus razones.
“Ahora, quién decide que los que Jones dice viola o no esa norma. Lo tiene que decir Facebook, un pasante de esta red, lo definen las denuncias de los usuarios, o lo definen los gobiernos. Esa es la parte que no se responde, y no tengo una respuesta clara, porque puedes decir: ‘este extremista está diciendo cosas que no me gustan’, pero el hecho que no te gusten no quiere decir que sea ilegal. ¿Quien determina esto?”, se preguntó.
Para Díaz, se puede decir que con Telesur, está pasando algo similar, pero sin transparencia y eso es más preocupante aún. “Hay un principio donde se pide en censuras digitales que sean censuras transparentes, eso significa que te censuro o te bloqueo, pero digo públicamente por qué lo hice. Y eso puede ayudar”, explicó.
Por ejemplo, los gobiernos del mundo le piden a Twitter que bloqueen ciertas cuentas, en algunos casos la red puede decir si y en otros decir no, pero como hay un acuerdo en Twitter de que la censura es transparente, dijo Diaz. De hecho, cualquiera puedo ir al portal de Twitter y ver las peticiones hechas para censurar cuentas. Lo que no ocurre en Facebook.
“Como no son transparentes las razones (de Facebook) de suspender a Telesur, no podemos pronunciarnos y decir si es justo o injusto”, dijo Díaz, lo cual se puede prestar a todo tipo de especulaciones, incluyendo la victimización del afectado.
Entonces la solución es la transparencia, reglas claras, y que canales como Telesur o comentaristas Jones, trabajen para generar su propia plataforma y no depender de las privadas que no están bajo su control, y donde muchos de sus usuarios y clientes comparten sus opiniones o ideología, y/o presionan a la platforma para que los supenda.