Al ver a María Corina Machado recibiendo el apoyo de Voluntad Popular es imposible evitar recordar el daño que le hizo Copei a la candidatura de Irene Sáez en 1998. Claro que las circunstancias son muy distintas. Primero porque el partido fundado por Leopoldo López no se compara con los socialcristianos de hace más de dos décadas, y segundo porque no existe una alternativa de cambio que le dispute a Machado ese puesto, y los herederos de quien asumió ese liderazgo hace 25 años con un discurso revanchista que cautivó a muchos incautos conforman la cúpula que tiene hoy al país en la ruina. Por lo tanto, es poco probable que esta alianza afecte en término de votos a la favorita para ganar las primarias. Seguramente no le restará, pero tampoco le sumará. El liderazgo que ha cosechado María Corina como independiente no necesitaba en lo absoluto del respaldo de otras organizaciones políticas, y menos de la que dirigió un fallido gobierno interino que se vio envuelto en escándalos de corrupción.
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El discurso “anti-casta” de Javier Milei en Argentina es precisamente lo que catapultó su candidatura en las primarias de agosto y lo tiene a un paso de ganar la presidencia en los comicios que se celebran el mismo día de la consulta del antichavismo en Venezuela. El candidato libertario ha logrado abrirse camino enfrentando sin matices tanto al kirchnerismo como a la oposición tradicional de Juntos por el Cambio. María Corina Machado –más cercana ideológicamente de Javier Milei que de Irene Sáez– cuenta con un liderazgo consolidado por su firmeza y coherencia. Y es justamente esto lo que ha hecho que su popularidad siga creciendo. Mantenerse alejada de la corrupción y de los falsos opositores ha sido su mayor fortaleza.
Voluntad Popular: ¿Corruptos u honorables?
“¡No quiero ni los votos, ni la plata, ni el apoyo de los corruptos!”, dijo la coordinadora nacional de Vente Venezuela la semana pasada. También agregó en ese momento que “hay gente buena y honorable en todos los sectores, en todas las organizaciones, a ellos con los brazos abiertos, los estamos buscando, son bienvenidos”. ¿En cuál de estas dos aceras se ubican los dirigentes de Voluntad Popular que le han brindado su apoyo este viernes?
Freddy Superlano aparece envuelto en polémicas que lo vinculan con el chavismo como el hecho de haber firmado la carta de buena conducta a favor de Álex Saab –señalado por EE. UU. como testaferro de Nicolás Maduro– cuando presidía la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional. Aunque él lo niega, el exembajador de Venezuela en Colombia durante la gestión de Juan Guaidó, Humberto Calderón Berti, mostró en sus redes sociales dicha carta con la firma de Superlano.
Y el mayor escándalo de corrupción del interinato dirigido por VP fue sin duda el Cucutazo, una investigación que se inició a raíz de un reportaje publicado por PanAm Post, luego que la organización Transparencia Internacional Venezuela detectara irregularidades en el manejo de los recursos destinados a asistir a los militares y familiares que desertaron del régimen chavista y se refugiaron en la ciudad colombiana de Cúcuta, atendiendo al llamado de Guaidó. A esto se sumó luego el mal manejo de fondos por parte de la junta directiva ad hoc de la empresa colombo-venezolana Monómeros, que se evidenció en una rendición de cuentas bastante ambigua y poco realista que mostraba inconsistencias en cuanto a las utilidades de la compañía, de acuerdo con una investigación de la periodista Patricia Poleo, lo que llevó luego a la intervención por parte del Estado colombiano y el retorno del control al régimen de Maduro apenas Gustavo Petro llegó a la Casa de Nariño.
Renuncias en cadena: ¿Un paso al costado o una maniobra?
El retiro de las candidaturas de Henrique Capriles y Freddy Superlano a una semana de las primarias deja más dudas que certezas. Si bien el segundo declinó en favor de Machado y el primero avanza en otra dirección de la mano del gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, dejarle el camino libre a la candidata que ya tenía asegurado el triunfo sin necesidad de alianzas luce como una estrategia para restarle importancia al proceso en la recta final. El candidato de Copei, Roberto Henríquez, también renunció este viernes, sumando ya tres dimisiones en la última semana.
¿Habrá más renuncias en los próximos días? ¿Esto realmente beneficia las primarias y a la candidata que ya tenía la victoria en el bolsillo? ¿Necesitaba María Corina Machado aliarse con Voluntad Popular, un partido señalado de escándalos de corrupción? ¿Se desinflará la participación en las primarias? ¿Hay una maniobra interna para deslegitimar la elección del 22 de octubre y revivir el tan cuestionado mecanismo del “consenso”? Las respuestas se sabrán a más tardar en una semana.