Los intereses ideológicos y geopolíticos de Luiz Inácio Lula da Silva durante sus anteriores mandatos les salieron caros a Brasil. Para el año 2011, cuando ya había cedido el poder a su sucesora Dilma Rousseff, la cartera del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) para el financiamiento de obras de infraestructura en Latinoamérica era de 17.200 millones de dólares. Esta entidad financiera se creó en 1952 para apoyar el desarrollo económico del gigante sudamericano, pero durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) –Lula (2002 – 2011) y Rousseff (2011 – 2016)– aumentaron significativamente los préstamos al extranjero. Eso lo tienen presente los líderes de la izquierda regional que celebraron el triunfo de Lula por estrecho margen frente al presidente Jair Bolsonaro. Por ello ya cuentan los días para acudir a la toma de posesión el próximo primero de enero y aprovechar de abrir la línea de crédito. La presidente de Honduras, Xiomara Castro, ya confesó sus intenciones.
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“Este primero de enero de 2023 estaré viajando a Brasil para la toma de posesión del presidente Lula, y así retomar y rescatar el financiamiento para la represa de Jicatuyo y Los Llanitos como una propuesta y un plan que se impuso desde el Gobierno del presidente Manuel Zelaya Rosales, que por el golpe de Estado no se logró concretar”, dijo esta semana la mandataria hondureña sin ningún disimulo.
“Este primero de enero de 2023 estaré viajando a Brasil para la toma de posesión del presidente @LulaOficial y así retomar y rescatar el financiamiento para la represa de Jicatuyo y los Llanitos”, presidenta @XiomaraCastroZ pic.twitter.com/g8rwXvOCft
— Secretaría de Prensa de Honduras (@gobprensaHN) November 28, 2022
La prensa brasileña reseña el anuncio que se hizo desde Tegucigalpa como una visita más por interés económico que por la diplomacia y el protocolo que una ceremonia de investidura representa. “Presidente hondureña llegará a la toma de posesión de Lula con la mirada puesta en el financiamiento del BNDES”, titula el medio O Antagonista.
“Por razones ideológicas”
En Brasil saben que lo esto significa. Durante los pasados gobiernos de Lula se financiaron en la región con créditos del BNDES obras como la ampliación del metro de Caracas, la construcción de una carretera en Bolivia, una hidroeléctrica en Perú y un puerto en Cuba, solo por mencionar algunos proyectos.
Pero el BNDES no ofrece préstamos directos a los países sino a las empresas brasileñas que operan en el exterior. Así, por ejemplo, Odebrecht, el gigante de la construcción que protagonizó el mayor escándalo de corrupción del continente, fue uno de los principales receptores de estos créditos para obras en otras naciones con financiamiento del BNDES. Por este motivo, la institución financiera no se salvó de la polémica.
En diciembre de 2019, Marcelo Odebrecht confesó que «por razones ideológicas» recibió la orden de financiar infraestructura para el régimen cubano, sobre todo para la obra de expansión del Puerto de Mariel que costó 957 millones de dólares. “El único país en el que nos dimos cuenta de que había una mayor buena voluntad, un acto, un mayor esfuerzo del Gobierno para ayudar a aprobar el crédito Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) fue sobre el tema de Cuba”.
La cercanía ideológica entre Lula da Silva y Fidel Castro ha sido inocultable. Ambos fundaron el Foro de Sao Paulo, responsable de expandir el socialismo por la región. “En todos los países fuimos por nuestra propia iniciativa, ganamos el proyecto y buscamos una exportación de bienes y servicios. En Cuba hubo un interés de Brasil para ayudar a desarrollar algunos proyectos. Entonces Lula personalmente le pidió a Odebrecht que hiciera un proyecto en Cuba”.
Un instrumento de influencia en la región
Al llegar Jair Bolsonaro a la presidencia esto cambió. Para ese momento, el propio presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), Dyogo Olivera, admitió que «queda claro» que países como Cuba y Venezuela no «podían pagar» sus deudas.
Odebrecht no ha sido la única empresa brasileña a través de la cual se han otorgado créditos del BNDES en Latinoamérica. La capacidad financiera del banco con recursos estatales ha servido de trampolín a compañías como Andrade Gutierrez, OAS o Queiroz Galvão.
Thiago de Aragão, un experto en América Latina del centro de análisis Arko Advice, con sede en Brasilia, consultado en 2011 por BBC señaló que, en efecto, “el BNDES es claramente un instrumento brasileño para ganar poder e influencia en la región”, ya que la estrategia detrás de cada proyecto es “geopolítica”. Con Lula en el poder la influencia que buscó mediante créditos del BNDES tuvo un claro sesgo ideológico y nada hace pensar que en el tercer mandato vaya a ser diferente.