En el Pacto Histórico hay un problema de descoordinación entre el candidato a la presidencia, Gustavo Petro, y su elegida para la vicepresidencia, Francia Márquez. Mentir ha sido una costumbre del aspirante a la Casa de Nariño que se evidencia en una larga lista de casos comprobados. Pero la sinceridad que desborda su compañera de fórmula lo está poniendo en aprietos, pues en su más reciente episodio de franqueza confesó que “el proyecto de cambio” que encarna Petro “es un proyecto a largo plazo”.
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Inmediatamente se encendieron las alarmas en los sectores de centroderecha que han advertido que las intenciones del exguerrillero del M-19 son una copia al carbón de las que Hugo Chávez llevó a la práctica en Venezuela. “El peligro es real. Dice esta señora que la idea de gobierno de Petro es uno de ‘largo plazo’, ¿será que no estamos entendiendo que nos anuncian la dictadura comunista?”, escribió en su cuenta de Twitter la senadora María Fernanda Cabal para acompañar un video de Francia Márquez en el que hace dicha confesión.
La afirmación de la candidata a la vicepresidencia por la coalición de extrema izquierda es clara y no deja lugar a interpretaciones: “Una vez lleguemos a la presidencia de Colombia tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para construir un gobierno desde abajo. Un gobierno del pueblo. Un gobierno de manera colectiva. Un gobierno que se descentralice. No solo en términos físicos sino en términos de su proyección. Este proyecto del cambio es un proyecto a largo plazo y empieza el 29 de mayo, ganando en primera vuelta la presidencia de Colombia”.
Preocupado por el efecto que esta confesión pueda causar justo cuando las encuestas comienzan a mostrar un resultado cerrado para la segunda vuelta, el propio Gustavo Petro se vio obligado a aclarar el asunto respondiendo en la red social a la senadora reelecta. “Nosotros entregaremos el mandato a los 4 años”.
El único gobierno de largo plazo que hubo en Colombia es el de Uribe, que ya quiere poner a Duque II. 20 años de gobierno.
Nosotros entregaremos el mandato a los 4 años. https://t.co/I4lGnO2pvO
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 5, 2022
Petro, el Chávez de 1998
Pero la duda ya quedó sembrada. Sobre todo por la inevitable comparación con el caso venezolano. Para muchos es como un déjà vu. Es difícil olvidar al candidato Hugo Chávez en 1998 asegurando que entregaría el poder en 5 años o incluso antes. La historia fue otra. Primero vino una Asamblea Nacional Constituyente en la que se redactó una nueva constitución con el periodo presidencial extendido a 6 años con una reelección inmediata. Y posteriormente se estableció mediante una enmienda la reelección indefinida para permitir la perpetuidad en el poder.
¿Se le puede creer a Petro? No hay que olvidar que el 5 de mayo de 2018, un par de semanas antes de las elecciones contra Iván Duque, Gustavo Petro dijo en el programa Hoy por Hoy de Caracol Radio que su proyecto político era “de largo plazo” y que para transformar el país necesitaba varios periodos de gobierno. Casualidad o no, hace cuatro años usó el mismo término que hoy emplea Francia Márquez.
Según reseñó Caracol Radio, Petro dijo que necesitaba 10 años o más. Cuando se le preguntó cuánto tiempo aspiraba a estar en la presidencia respondió que cuatro años y lo demás sería el producto de acuerdos políticos. En esta ocasión, al responderle a María Fernanda Cabal, insistió en que solo gobernaría 4 años, omitiendo los “acuerdos políticos” a los que hacía referencia en 2018 para extender su proyecto. ¿De qué se tratan estos “acuerdos”? Nadie sabe.
Otra confesión del Pacto: Piedad Córdoba quiere reformar la Constitución
Lo que sí se conoce es la intención de su aliada Piedad Córdoba de reformar la Constitución. La hoy senadora electa por el Pacto Histórico adelantó en septiembre del año pasado en una columna escrita para un instituto ideológico nicaragüense que planea hacer “reformas constitucionales” de “fondo” que lleven a una “renovación profunda” del Estado porque –según ella– las exigencias del paro nacional que se inició a finales de abril de 2021 y se extendió por dos meses “no caben en las vías institucionales actuales”.
“Se tiene que construir una estrategia conjunta, desde abajo, democrática y participativa, con todas las expresiones partícipes del Paro Nacional –y muy especialmente con aquella ciudadanía no representada– para hacer palpables las exigencias de la protesta. Inevitablemente se requieren reformas legales –y constitucionales diría yo– pero para conquistarlas no hay que atenerse al trámite formal en el actual Congreso”, expresó Córdoba en su columna titulada “Parar para gobernar: bases de agenda para un nuevo gobierno” publicada en la edición número 62 del semanario Ideas y debates del Centro de Estudios del Desarrollo Miguel d’Escoto Brockmann (CEDMEB).
La grieta entre Petro y los liberales
La escogencia de Francia Márquez como fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro tenía como objetivo exacerbar el discurso victimista del progresismo destacando que se trata de una mujer de raza negra. Si bien esto por un lado puede motivar a los votantes de izquierda movidos por la supuesta inclusión de las minorías, por otro lado ha significado un dolor de cabeza para Petro por la escasa experiencia política que la ha llevado a expresar su punto de vista sin medir las consecuencias. Esta franqueza ha terminado dejando en evidencia algunas mentiras, planes y estrategias de Petro.
Haber llamado “neoliberal” al expresidente de Colombia y máximo líder del Partido Liberal, César Gaviria, a los pocos minutos de haber sido nombrada como candidata a la vicepresidencia, tuvo consecuencias inmediatas. Esta organización rompió las conversaciones con el Pacto Histórico con miras a una posible alianza para las presidenciales con una carta pública firmada por el exmandatario en la que expresó su molestia. “Es la segunda vez que en días recientes la señora Márquez se expresa en esos términos y le comuniqué al candidato que eso no se podía repetir. Al parecer no les importaron mis manifestaciones”.
En esa oportunidad quien debió enmendar la imprudencia de Francia Márquez fue el senador Roy Barreras, quien ha trabajado en la campaña de Petro en pro de las alianzas para sumar votos. “Ofenderlo es un error. Espero comprenda que no todo el mundo tiene experiencia en construir unidad”, dijo Barreras intentado disculparse con el expresidente César Gaviria y cuestionando el desacertado comentario de Márquez.
Francia está clara, sin Antioquia Petro no gana
En las últimas horas también se observó una confesión por parte de Francia en sus redes sociales que de alguna manera pone en evidencia una de las mayores debilidades de Petro. “Vine a Antioquia porque estoy agradecida con las personas que votaron por mí”, escribió para anunciar que se radicará a hacer campaña en ese departamento, pero luego agregó: “Si Antioquia cambia, Colombia cambia”.
https://twitter.com/FranciaMarquezM/status/1511488780854865931
Se trata de otra gran verdad que se le escapa a Francia Márquez, ya que la segunda entidad más poblada del país ha sido históricamente el territorio más fiel al uribismo y la centroderecha. Es por esta razón que Petro la envía a hacer campaña en Antioquia. El objetivo es intentar restarle votos al candidato Federico ‘Fico’ Gutiérrez, apoyado por el expresidente Álvaro Uribe en la tierra de ambos.
Gutiérrez obtuvo la candidatura a la presidencia por la coalición Equipo por Colombia gracias a su exitosa gestión como alcalde de Medellín, la capital de Antioquia. Y tampoco se puede olvidar que Uribe no solo reside en esta ciudad sino que además antes de ejercer la presidencia durante dos periodos consecutivos fue también alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia.
Petro saca sus cuentas y a pesar del favoritismo en las encuestas los números aún no le dan. Sabe que necesita sumar en Antioquia. “Si Antioquia cambia, Colombia cambia”, dice Francia Márquez, lo que se traduce en: “Quien gane Antioquia gana la presidencia”. En las elecciones de 2018, este departamento le aportó un caudal de votos enorme al ahora presidente Iván Duque, quien arrasó en esta entidad con 1.844.027 sufragios (72,53 %), mientras que Petro solo consiguió 558.514 votos (21,97 %). Vale destacar que Duque ganó la presidencia con 2 millones de votos de diferencia.
¿Apoyo a Francia o rechazo a Petro?
Esta tendencia se mantiene. En los comicios legislativos del pasado 13 de marzo, el Centro Democrático, partido del expresidente Uribe, consiguió la mayoría de votos en este departamento con 21,03 %, seguido por el Partido Conservador con 17,16 %, sumando entre los dos principales partidos de centroderecha poco más de 38 %, mientras que el Pacto Histórico de Petro quedó relegado a la quinta posición con apenas 8,38 %.
Lo mismo se observó en el comportamiento de los electores en las consultas interpartidistas. Mientras el Equipo por Colombia, de Fico Gutiérrez, consiguió una participación general de 10,67 %, en Antioquia llegó a ser de 18,97 %. En el caso del Pacto Histórico de Petro ocurrió lo contrario. En Antioquia solo logró que participara 8,01 % de los electores, mientras que la participación general fue de 14,98 %. Márquez dice que se instala en este departamento a hacer campaña porque ella es un “fenómeno político gracias a Antioquia”. Efectivamente este fue el departamento donde ella consiguió un porcentaje más alto de votos (23,88 %). Pero los análisis apuntan a que esta preferencia se traducía más bien en una forma de expresar el rechazo a Petro, que en Antioquia es mayor a cualquier otro rincón del país.
Gustavo Petro insiste en que su opción es la que ha experimentado un mayor crecimiento, pero al menos en un departamento clave como Antioquia esto no se aprecia, y Francia Márquez una vez más lo ha dejado en evidencia con su comentario sincero y sin mucho maquillaje.
Petro, el rey de las mentiras y las “fake news“
Las verdades de Francia sin duda desmontan muchas mentiras de Petro. Durante el tiempo que resta para el 29 de mayo podrían ocurrir otros episodios similares que pongan en aprietos al aspirante a la Casa de Nariño por la coalición de extrema izquierda. Y es que a la hora de hablar de afirmaciones falsas e irresponsables por parte de Petro la lista es larga.
Basta con recordar cuando, según sus pronósticos divulgados en Twitter, la inmunización en Colombia tardaría siete años. Ha transcurrido menos de un año de aquella desafortunada afirmación y en el país se han aplicado ya más de 75 millones de dosis que equivalen a 79,9 % de la población con al menos una dosis y 64,08 % con ambas pautas. Incluso ya se está aplicando la tercera dosis equivalente al primer refuerzo. Sus aseveraciones apresuradas y sin base científica sobre la pandemia han ido mucho más allá. Pues llegó a asegurar que “las vacunas no sirven” contra la variante delta.
A finales de 2021 vaticinó un “desplome” del precio del petróleo con consecuencias para Colombia, pues advertía que esto llevaría a una supuesta paralización de la exploración en el pais. La realidad es otra. El precio del crudo se ha recuperado, estabilizándose actualmente la cotización por encima de los 100 dólares por barril.
Dos días antes de iniciarse el paro que se llevó a cabo el año pasado, Petro amenazó al gobierno con “aglomeraciones de gente protestando” si no se retiraba del Congreso el proyecto de reforma tributaria que desató el descontento, justo cuando Colombia enfrentaba el tercer pico de la pandemia, registrando las cifras más altas de contagios y muertes. Al quinto día de manifestaciones, el presidente Duque pidió al Poder Legislativo retirar la polémica reforma, cediendo en parte al chantaje. Sin embargo, Petro siguió incitando a los manifestantes por diversos motivos que fue sumando a las exigencias a lo largo de dos meses.
De la burla al miedo
Y quizá la más bizarra de las mentiras fue cuando en septiembre de 2018 presentó en sus redes sociales a un joven que supuestamente era del departamento de Boyacá y había sido campeón de física cuántica. Pero pronto se descubrió que no era más que una “fake news”, otra de sus tantas publicaciones sin confirmar. Se trataba en realidad de Jordi, un actor porno español conocido como el “niño polla”.
A Petro no le quedó más que eliminar inmediatamente el tuit, pero ya había quedado para la historia como una de sus más grandes mentiras o irresponsabilidades. Las burlas no se hicieron esperar. Esta equivocación en su momento a mucho solo les arrancó risas, pero algunas de las mentiras o planes que involuntariamente Francia Márquez ha dejado recientemente en evidencia despiertan más temor que burla.