El marxismo es la variante mas peligrosa del comunismo, la cual se deformó aún más al agregarle la doctrina leninista-maoísta. Así nace el marxismo, leninismo, maoísmo, la cual abiertamente pregona la violencia como una de las herramientas para tomar el poder, controlarlo y mantenerlo. Lo llamaremos el comunismo político, porque este comunismo requiere del Estado para sobrevivir, tal cual parasito, sin Estado el comunismo político desaparece, no puede existir. Las otras formas de comunismo no requieren del Estado, por el contrario, lo consideran su enemigo porque los oprime, y tratan de alejarse de él. Comunidades religiosas, por ejemplo, que se alejan del Estado que esta mas presente en las ciudades, y se internan en territorios vacíos para allí desarrollar su vida comunal. Ellos hacen sus reglas y los mas interesante es que reconocen la propiedad privada y castigan a su transgresor.
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El comunismo tuvo mucho éxito en las comunidades con fuerte ideología religiosa, los mormones que huyeron a Salt Lake City y los israelitas peruanos, son prueba, porque tienen una causa que es la salvación del alma y la vida eterna. Por el contrario, el comunismo hippie no sobrevivió, pues es una rama del comunismo político, desarrollado netamente con marxismo cultural. El comunismo hippie es hijo de la Escuela de Frankfurt, post moderno, y que directamente ponía en duda los valores cristianos puritanos en los Estados Unidos. La libertad sexual pregonada por el hipismo, ataca claramente el valor fundamental del cristianismo que es la pureza del individuo en la castidad, la santidad de la mujer representada por la virginidad como valor supremo. Ser virgen, como la virgen María. La llamada libertad sexual de la mujer nace con la revolución bolchevique, es un invento del leninismo, quien en 1920 legalizó el aborto fundamentándolo en la igualdad de la mujer campesina y trabajadora frente al hombre. Es que la mujer embarazada no puede trabajar, menos la madre de familia. Y el Estado comunista necesitaba mano de obra abundante, y sexo libre sin restricciones para el placer del hombre comunista.
El comunismo político va a existir mientras el Estado exista, y de su tamaño depende el tamaño de los movimientos comunistas que se nutren de él sin controlarlo al cien por ciento. El comunismo político inventa derechos y reclama al Estado que los reconozca. Inventan el derecho al aborto, al medio ambiente, reinventan los derechos humanos, derecho a la identidad sexual, y hasta derecho animal, inclusive el derecho del árbol. Todas son plataformas de lucha, y no tardará en aparecer el derecho de los robots. Si no existiese estado, no tendría el comunismo político a quien reclamarle, porque reclamar al dueño del toro, que su toro tiene derechos por encima de la voluntad del dueño, terminaría en una sonrisa compasiva del propietario, compasiva por lo absurdo del reclamo del reclamante.
El Estado, que son los políticos y burócratas —el Estado no eres tú, simple mortal civil, por si acaso— tiene que ceder a las presiones externas para sobrevivir, sacrificando los derechos fundamentales de los ciudadanos. El propietario no puede disponer libremente de su propiedad, el Estado le exige que la pinte de determinado color —para no ofender—, y si tiene un árbol, lo obliga a no cortarlo —ambientalismo—, y si la pone bonita le cobra más impuestos porque el rico explotador tiene que pagar más. Y si la renta, nacen los derechos del inquilino, frente al propietario explotador. Y, por supuesto, si tienes mascota, la mascota también derechos, y puedes ir a la cárcel si no la alimentas aun sacrificándote tú mismo.
El comunismo político, al no tomar el poder, crea también fuerzas paralelas al Estado para cogobernar, allí están las ONGs, organismos internacionales y ahora ultimo corporaciones. La estrategia es controlar un poder del Estado y gobernar desde allí, este poder es el poder judicial, básico para el funcionamiento de una nación, es el poder que crea, interpreta y ejecuta la ley, es el poder que otorga poder y lo suprime, y que encarcela y pone en libertad. El control de la Corte Suprema de los Estados Unidos, es por ese motivo imperativo para el comunismo político, ahora ultimo confirmaron a una juez que no pudo definir a una mujer.
El Perú es un caso de estudio especial, de como se puede tomar el poder y mantenerlo desde las cortes. El expresidente Vizcarra, con apoyo del comunismo corporativo, atacó el congreso, lo acorraló y obligó a enmendar la Constitución en los artículos relacionados al Consejo Nacional de la Magistratura —CNM— organismo encargado de nombrar y separar jueces y fiscales, eligen también a los directores de todos las oficinas que organizan las elecciones —RENIEC, ONPE— y pueden destituir a los jueces y fiscales supremos, los mismo que nombran a los miembros del pleno del Jurado Nacional de Elecciones —JNE— que es al final el que decide quien es el presidente del Perú, congresistas, gobernadores y alcaldes, y quienes pueden participar o no en elecciones.
El JNE acepta y elimina partidos políticos. Vizcarra, una vez aprobada la enmienda constitucional, cambió de nombre al CNM, la bautizó como Junta Nacional de Justicia —JNJ— eligió a sus miembros a dedo y se preparó para ser reelegido por la eternidad. Tenia el control de las cortes y aparato electoral, y desde allí se puede gobernar, persiguiendo opositores y haciendo fraude electoral de ser necesario, pero el comunismo corporativo le dió la espalda y lo vacó por incapaz moral, pero su sistema quedó establecido. Es ese sistema el que promovió el fraude electoral en las últimas elecciones y mantiene en el poder a Castillo y su partido Perú Libre, cuyo secretario general tiene condena por corrupción, y los lideres están en la cárcel por recibir sobornos, el mismo Castillo, reconocido por el JNE como presidente del Perú es parte de Conare/SUTEP que es a su vez Sendero Luminoso, el grupo terrorista.
Como el comunismo controla las cortes a través de la JNJ, Castillo es intocable, y mantiene a la oposición en línea bajo amenaza de meterlos presos, incluyendo a las FFAA y PNP, perseguidos judicialmente desde hace treinta años. Este mismo sistema celebrará elecciones en noviembre para elegir alcaldes y gobernadores, no tengo duda será fraude y consolidará la revolución, que la evidencia demuestra es una mafia. Cuba y Venezuela tienen elecciones, son países democráticos, al igual que Bolivia, pero siempre ganan los mismos, y si pierden continúan cogobernando porque controlan el poder judicial como sucedió en Argentina con Macri, y en Bolivia con Añez, presa política ahora.
Para que Perú se salve y sus ciudadanos recuperen sus derechos, primero tienen que cambiar la JNJ, esa es la raíz del mal, sino lo hacen, serán empujados al infierno mismo.