Al régimen cubano no le importan los deportistas. Ni sus talentos ni sus logros que enaltecen a la isla y superan las barreras del comunismo. La única recompensa para el esfuerzo de los jóvenes que representan al país en competiciones nacionales son combos miserables de verduras.
Cinco tomates y un mazo de cebollas es la indignante premiación que la dictadura dispuso para la taekwondoca, Hailin Tamayo en Guantánamo, de acuerdo con una publicación de Cubanet.
Vestida con su dobok, traje oficial que simboliza la disciplina coreana y su cinta negra (Ti), Tamayo aceptó las hortalizas de las manos del metodólogo de alto rendimiento Emidel Legrat Matos. “Esta es la revolución”, aseguró, a través de una publicación en Facebook, Girmanis López Rojas, quien es funcionaria del Instituto de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) en el territorio.
El post, que posteriormente fue eliminado debido a la indignación que causó entre la ciudadanía, señalaba que las cebolla y tomates eran cosechados por el movimiento campesino “Pepe Gardin”.
Tendencia miserable
La indignante forma de reconocer con combos de verduras y hortalizas al talento deportivo en Cuba por parte de la dictadura acumula un largo historial de episodios. El recibimiento de la delegación del pre-panamericano juvenil en 2021 es uno de ellos.
Luego de aterrizar en La Habana procedentes de Guadalajara, México, el régimen entregó sólo bolsas de víveres a los competidores, entre ellos, el joven boxeador, Ronnis Álvarez, quien por su medalla de oro, recibió un combo con malangas, yucas, dos paquetes de salchichas, un cartón de huevos, dos botellas de aceite, detergente, calabaza y plátano macho.
- Lea también: El lado B del triunfo de los deportistas cubanos: venden sus medallas para huir
- Lea también: Al menos 95% de la nueva generación de peloteros huyó de Cuba
Por ello, a nadie sorprendió que la taekwondoca Yamitsi Carbonell, quien competiría en la división de los +73 kg desertara del Campeonato Mundial de la disciplina al año siguiente, un hecho que constituía el primer evento que le daría puntos para la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024
Discriminación deportiva
La disparidad en los premios entregados a los equipos deportivos también evidenció la discriminación desde los más altos niveles del régimen comunista. En una ocasión, el equipo de béisbol de Matanzas fue recompensado con refrigeradores, televisores, colchones y hornillas eléctricas por ganar la Serie Nacional, reveló entonces el mánager, Armando Ferrer.
Sin embargo, este tipo de distinciones no logra motivar. La nueva generación de jugadores de béisbol cubanos está abandonando la isla en masa. Partieron sin grandes despedidas y con escasas pertenencias en sus maletas, y es que el 95% del equipo sub-15 ha dejado La Habana de manera individual, sin planes de retorno.
La plantilla de la selección nacional que obtuvo la medalla de plata en el campeonato mundial de su categoría, celebrado en Sonora, México, en 2022, se encuentra prácticamente desierta luego de que 19 de sus 20 integrantes huyeran del país. Esta silenciosa estampida de deportistas en búsqueda de oportunidades para sus talentos lejos del régimen castrista comenzó el año pasado.
Nutrición mediocre
La falta de condiciones para una carrera deportiva exitosa motiva las salidas de los deportistas. De hecho, las raciones estatales de comida que reciben los atletas son deprimentes. Las bandejas de los centros de entrenamiento sólo sirven arroz, pepino y pan.
Sin incentivos, los deportistas cubanos se ven obligados a convertir sus medallas olímpicas, ya sean de oro, plata o bronce, en una fuente de ingresos. La mayoría vende sus preseas para poder sobrevivir y buscar una vida mejor en el extranjero. De manera discreta, utilizando internet como su herramienta principal, los atletas de la nación caribeña están recurriendo a subastas digitales en Estados Unidos para comercializar sus valiosas estatuillas. Se estima que entre 20,000 y 80,000 dólares pueden recaudar aquellos que, acosados por la pobreza, deciden renunciar a conservar sus condecoraciones como una forma de escapar de la difícil situación en La Habana.
Según un informe de Cubanet, los deportistas cubanos están utilizando plataformas como eBay, la conocida empresa de comercio electrónico con sede en San José, California, así como la plataforma de subastas en línea RR Auction, con sede en Boston, para poner a la venta sus medallas olímpicas.