Casi desierta está la plantilla de selección que logró la medalla de plata en el mundial de su categoría que se celebró en Sonora, México, en 2022, tras la fuga de 19 de sus 20 miembros. Esta estampida silenciosa de los deportistas que buscan oportunidades para sus talentos lejos del régimen castrista comenzó el año pasado.
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Según un reporte de 14yMedio, la partida del lanzador prospecto, Yordan Rodríguez y del jardinero Maikol Rodríguez, hacia República Dominicana en la última semana, dejan al receptor Yadiel Ruiz solo en La Habana. Sin embargo, su permanencia o eventual salida no cambiará que el futuro del béisbol cubano es sombrío frente a la salida de su base de relevo.
Una fuga en ascenso
La fuga de peloteros cubanos es un patrón en aumento. Se ve cada vez más al descender la edad de aquellos que deciden escapar. En 2016, la edad promedio de quienes se iban era de 24,4 años, cifra que ha disminuido a 17,9 años desde 2018. Entre los grupos más afectados se encuentra la categoría sub-15, que ha tenido pérdidas importantes en años anteriores: en 2012, 13 de sus 20 jugadores dejaron el país, seguidos por otros 11 en 2014.
Desde entonces, la cifra de deserciones no ha parado. En 2016 marcó 16 y el 2018 cerró con 11 bajas. El panorama impacta en la escena internacional. De hecho, Cuba no estará en la próxima Serie del Caribe que se disputará a partir del 1 de febrero en el el LoanDepot Park, hogar de los Marlins de Miami.
Cuba no se encontrará con Puerto Rico, Curazao, México, Nicaragua, Panamá, Venezuela y República Dominicana en la competencia de los 25 juegos en la fase de todos contra todos, con tres encuentros diarios durante la primera fase del evento.
Aunque se estima que la organización rechazó a la selección cubana después de que el régimen castrista llevara a cabo una campaña para politizar el Clásico Mundial, su exclusión también se atribuye al rendimiento en la última Serie del Caribe 2022. En este torneo, el equipo Los Agricultores, compuesto por jugadores de Las Tunas y Granma, tuvo seis derrotas y solo logró una victoria, lo que tuvo un efecto en su ausencia en el evento internacional.
Sin patrimonio cultural
La fuga de los jóvenes peloteros cubanos es un duro revés para el régimen castrista, considerando que la dictadura intentó contener las salidas al declarar al béisbol como patrimonio cultural en 2021, para generar compromiso.
Ni la ceremonia en el estadio Palmar de Junco de Matanzas, donde se jugó el primer juego de béisbol en Cuba en diciembre de 1874, ni la promesa de protegerlo para mantener la tradición de entretenimiento convenció a los talentos nacionales.
La iniciativa pasó desapercibida para la nueva generación de peloteros de la sub-15: Ronald Terrero, Yan Carlos Valle, Alejandro Prieto, Segian Pérez, Ernest Machado, Dulieski Ferrán y Alex Acosta. Así también lo intuyeron Jonathan Valle, Yosniel Menéndez, Danel Reyes, Roberto Peña, Yunior Villavicencio, Pedro Danguillecourt, Jaider Suárez, Alejandro Cruz, Robier Hernández y Mailon Batista. Todos decidieron partir.
Las maniobras simbólicas de la dictadura de Miguel Díaz-Canel fallan. Los motivos, en este caso, son obvios. “Hay “olvido”, ostracismo, sesgos, omisiones voluntarias e irrespetuosas” que vuelven la declaración en “un mero instrumento para construir una identidad incompleta de lo que es este juego para la nación cubana”, señaló en aquel momento Play Off Magazine.
Al régimen no le importa que la manipulación sea obvia cuando castiga a los beisbolistas exiliados. De hecho, impidió el debut de la Federación Profesional Cubana de Béisbol (FEPCUBE), que reúne a los profesionales que huyeron de la isla en Colombia. Para la dictadura, la organización es “un nuevo engendro creado por enemigos de la revolución”.