El brillo del Miss Universo palidece este año. Ni el desfile en traje de baño, en atuendo tradicional o de gala que lucirán las 85 concursantes que buscarán la corona en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda de El Salvador superará la noticia de la quiebra financiera de la empresa propietaria del certamen a un año de la adquisición por parte de la empresaria transgénero Anne Jakrajutatip.
La incertidumbre reina en la víspera de la ceremonia que transmitirá Telemundo el próximo 18 de noviembre luego de la empresa tailandesa JKN Global Group, propiedad de Jakrajutatip, solicitar al Tribunal Central de Quiebras del país asiático entrar en un proceso de reestructuración de las deudas debido a problemas de liquidez generados por la caída del 70 % del valor de sus acciones en bolsa desde enero, incluido casi 30 % esta semana.
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El plan de Jakrajutatip es superar el revés económico reestructurando el negocio para recuperar la liquidez, gestionar tasas de interés más bajas en las cuotas de la deuda, ubicar fondos de nuevos inversores y vender activos improductivos para pagar a los acreedores.
Cambios progresista vs. rentabilidad
Los cambios apegados a la agenda progresistas implementados en el Miss Universo bajo el mando y la administración de Jakrajutatip mermaron la confianza en el concurso. Las modificaciones al reglamento para admitir concursantes transgénero, de talla plus, casadas, divorciadas, madres y embarazadas para ofrecer un “enfoque inclusivo” desencantaron a patrocinadores e inversores. Los números no mienten.
Además, los escándalos sexuales al interior de las competencias también aniquilaron la reputación de la organización cuando seis concursantes en Indonesia denunciaron a los organizadores del certamen en el país por acoso sexual.
Las querellas fueron interpuestas contra la empresa PT Capella Swastika Karya, dueña de la franquicia Miss Universo en Yakarta, y su directora nacional, Poppy Capella, por pedir a las jóvenes fotografías en toples y asistir a “controles corporales” en ropa interior para detectar cicatrices o celulitis, en una habitación con más de 20 hombres como espectadores.
Un sistema cuestionado
La implementación del “sistema de subastas” como estrategia para comercializar el concurso también le falló a la activista trans. El correo electrónico que envió en febrero a los dueños de las franquicias internacionales del Miss Universo, encargadas de escoger a las participantes en los diferentes países, donde les notificaba cambios en el modelo de negocios para “modernizar” la organización con 72 años de historia, le jugó en contra.
La solicitud de un presupuesto para la edición de este año, un plan de mercadeo y la presentación de una “oferta más alta para tener la oportunidad de poseer la licencia de Miss Universo” desencadenó una ola de cuestionamientos e inconformidades tras señalar que rechazaría las propuestas de licencia no alineadas con el valor de mercado.
Jakrajutatip planteó todo ello argumentando que “el aumento de los ingresos ayudaría a desarrollar sistemas de soporte destinados a ayudarle a generar ingresos adicionales y habilitar contratos de varios años”, pero en Ghana, la empresa MALZ Promotions decidió retirarse ante la “implementación nueva y repentina del modelo comercial de la organización Miss Universo bajo el liderazgo de JKN Global Group que no está alineada con los objetivos de la marca de MALZ Promotions”.
Estampida con dudas
El mismo camino de Ghana lo tomaron Vietnam, Belice e Islas Caimán, mientras que México, Bolivia, Francia, India, Dinamarca y Nigeria también consideraron renunciar sin llegar a concretarlo.
Por ello, la quiebra de la empresa matriz levanta dudas cuando el informe de junio registraba 12.161 millones de dólares en activos frente a una deuda de 7.398 millones.
Si la bancarrota se concreta, significa que Jakrajutatip dilapidó el consorcio que con la gerencia del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a valorarse en 49.000 millones de dólares en septiembre de 2015, cuando lo vendió a IMG, compañía productora de eventos de entretenimiento, que tenía su agencia de modelos, de la cual formaban parte Giselle Bundchen, Gigi Hadid o Candice Swanepoel.