La salida de Giorgio Jackson del ministerio de Desarrollo Social en medio del escándalo por corrupción entre instituciones estatales y fundaciones aliadas del presidente Gabriel Boric, deja en riesgo de caída a cuatro ministros más, antes de finalizar este año. Los nombres de quiénes son ya resuenan.
El primero en la lista de descensos del tren Ejecutivo es el titular de la cartera de Vivienda, Carlos Montes, por ser el blanco más inmediato en la crisis política que detonó el traspaso de al menos 38 millones de dólares a 50 fundaciones, con la excusa de que ayudaría a resolver las ocupaciones ilegales de terrenos en el país.
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Montes sabe que el tiempo corre y tiene que levantar casas para contener las demandas de soluciones habitacionales. Los números de su despacho hasta hoy están rojo considerando que de las 260.000 prometidas por Boric sólo ha entregado 59.262, una cifra que corresponde al 23% de la meta.
Al borde del precipicio
En la misma situación de Montes, está la ministra de Interior, Carolina Tohá, quien enfrenta demandas de seguridad ciudadana ante el incremento de la delincuencia que arroja un alza de 63 % de los robos con violencia o intimidación, de 61% de los robos por sorpresa y 56% de los robos en lugar no habitado.
Ese panorama la tiene con un pie afuera de La Moneda, junto a la demora del “fast track legislativo”, –vía rápida de debate parlamentario- que suponía la aprobación de 31 proyectos antes de finalizar en el Congreso que incluyen la creación de un Ministerio de Seguridad y la institucionalidad en inteligencia.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, tiene encima el fracaso de la primera reforma tributaria en el Congreso que vivió en marzo. En este momento afronta el entrampado debate de un nuevo pacto fiscal y reforma previsional, que a un año de estar en Congreso no logra acuerdos con la oposición en asuntos técnicos y políticos.
Si a ello se suma que el último reporte del Indicador de Actividad Económica emitido en junio revela que el país arroja una caída de 1%, en comparación con el mismo mes del año pasado y alcanza con este dígito el quinto retroceso consecutivo, la permanencia de Marcel luce insostenible al lado de Boric.
Una vocera en picada
El cuadro de funcionarios que caminan en la cuerda floja en el gobierno de Boric lo cierra la vocera de Gobierno, Camila Vallejo. La alta funcionaria comunista quedó como la única sobreviviente del dúo que junto a Jackson formó para apalancar al presidente.
Aunque Vallejo ya sorteó otras crisis como los indultos presidenciales y las derrotas electorales de la izquierda en el plebiscito de salida de septiembre donde ganó el Rechazo con 62% y los recientes comicios donde los republicanos triunfaron al ser mayoría en el nuevo Consejo Constitucional, su voz ya resulta desgastada, así como su imagen asociada a los fracasos.
“El rol que ahora le queda a Camila Vallejo como la última mohicana, la última sobreviviente de ese triunvirato es también un gesto para la sobrevivencia de su generación” señala el analista Jorge Navarrete en La Tercera donde pronostica que “Jackson muere temporalmente pero siempre en su estilo: calculando” porque “el alfil se sacrifica por el rey. Le da una oportunidad y un respiro al Presidente para que pueda rediseñar su estrategia para lo que queda de aquí al término de su mandato” asegura el analista Jorge Navarrete en La Tercera.
Incluso, subraya que “si se fue Jackson se puede ir cualquiera. Nada queda escrito en piedra a partir de ahora”. Con el plebiscito de salida del segundo proceso constituyente pautado para el domingo 17 de diciembre se avecina otro hito que probablemente moverá las aguja de las decisiones del jefe de Estado sobre sus equipos.
Una ola de renuncias en dos meses tampoco es descartable, cuando algunos ministros o subsecretarios podrían optar por competir para las próximas elecciones de Gobernadores Regionales previstas para octubre de 2024 y la ley exige abandonar sus cargos con un año de anticipación. La búsqueda de remplazos debe estar en agenda ya.