La empresa de fertilizantes Monómeros, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) que se encuentra en territorio colombiano, pasará a manos del régimen de Nicolás Maduro después de estar bajo el control del opositor Juan Guaidó desde 2019. Con la llegada del izquierdista Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia terminó el reconocimiento a llamado interinato. Maduro no pierde tiempo y ya este jueves inicio los trámites para el registro de la nueva junta directiva que le reportará directamente a la dictadura chavista.
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El procedimiento gestionado por Maduro ante la Cámara de Comercio de Barranquilla, ciudad donde se encuentra Monómeros, representa un paso más en el restablecimiento de las relaciones entre el palacio de Miraflores y la Casa de Nariño.
Según un comunicado divulgado en la cuenta de Twitter de Monómeros, el registro “no está firme”, ya que requiere de 10 días hábiles. En el mismo documento se señala que la actual directiva presentará recursos de ley para oponerse a la inscripción ante la Cámara de Comercio de Barranquilla y la Superintendencia de Sociedades.
#ComunicadoOficial ⤵️ pic.twitter.com/PQ7WsO7Qy0
— Monómeros S.A. (@monomerossa) August 26, 2022
Cabezas definidas
El acta firmada por el presidente y representante legal de Pequiven, Pedro Rafael Tellechea Ruiz, revoca cualquier acto desarrollado por la junta ad hoc de la oposición que encabezó Guillermo Rodríguez Laprea. En su reemplazo, El Heraldo revela que se nombra como nuevo gerente de Monómeros a Iván Sánchez Hernández. Completan la lista de designaciones de la nueva junta directiva Luis Molina Duque, Heifred Segovia Marrero, Eduardo Fernández Anaya, Mary Yerman Nava Olivares y Génesis Ron Solano.
Nicolás Maduro logra recuperar el control después de intentarlo en cuatro ocasiones cambiando el registro mercantil, pero la administración del expresidente Iván Duque se lo había impedido.
Un momento clave
La maniobra de Maduro para recuperar Monómeros ocurre a sólo dos meses de la restitución de la licencia a la compañía para retomar sus transacciones internacionales que estaban suspendidas por Estados Unidos desde 2017.
A finales de junio, la administración de Joe Biden levantó las restricciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro para permitirle hacer nuevos negocios hasta junio de 2023.
Al gobierno de Petro le conviene el cambio de mando. Uno de sus planes es “construir una economía productiva basada en la agricultura, la agroindustria y la industria”. Para concretar esta promesa se propone acabar con los “latifundios improductivos”, impulsando una “reforma agraria que garantizará el derecho a la tierra”. Monómeros resulta vital para sus propósitos que además encienden las alarmas en la oposición colombiana ante el temor de expropiaciones disfrazadas de “democratización”.
Si Monómeros controla 46 % del mercado de fertilizantes en Colombia y ocupa el puesto 179 en la lista de las compañías más grandes del país con 1.107 billones de dólares en operaciones y 58.236 millones de dólares en ganancias, tener a la directiva de su lado es estratégico.
Los escándalos bajo la administración de Guaidó
La entrada de Maduro a Monómeros complica a Guaidó cuando sólo el año pasado la empresa acumuló tres escándalos: la firma de un contrato desventajoso para la compañía, la crisis financiera que provocó su intervención por parte de la Superintendencia de Sociedades de Colombia y la supuesta contratación de empresas vinculadas con la familia de Leopoldo López.
A ese panorama falta agregar el cuarto escándalo que asoma el diputado de la Asamblea Nacional opositora elegida en 2015, José Luis Pirela, quien denuncia en Twitter que “Rodríguez Laprea y la junta directiva guisan la venta de galpones, infraestructura y varios muelles con salida al Caribe. Raspan la olla”.