El discurso progresista del cantante René Pérez, exvocalista de Calle 13, es una rotunda farsa. El comunismo que vocifera, respalda y utiliza para azotar a otros artistas sólo es una pantalla, según el testimonio de un productor musical peruano, quien aún no olvida las peticiones excéntricas de Residente durante sus giras.
La lista de exigencias del puertorriqueño está lejos de la austeridad. Al contrario, los lujos abundan en sus giras. Van desde la solicitud de la mejor suite hotelera de la ciudad hasta una caravana de autos blindados, así lo revela César Ramos, dueño de la productora Masterlive Perú, en una entrevista en YouTube con el creador de contenidos Carlos Orozco, donde recordó las excéntricas peticiones de Residente para presentarse en el festival “Vivo x el Rock”, celebrada hace una década.
“Me acuerdo mucho de Residente. Pedía muchas cosas que no esperaba. Me agarró de sorpresa, yo esperaba pedidos más tranqui y no cosas tan difíciles de conseguir. Quería cosas muy, muy top, A1. Me sacó del cuadro de los costos que tenía para cubrir. Al final se sacó porque ya estaba el artista acá y ya se había anunciado cuando mandó todo su ‘rider’ de asistencia”.
¿Para divertirse?
Con las declaraciones del productor peruano queda claro que Residente no compone «para divertirse», como profesa con Bizarrap en el tema contra el artista colombiano J Balvin, a quien vapuleó por sus lujos y el dinero que ostenta.
«Es tan inseguro el pana que tiene que estar anunciando por Instagram cuánta lana gana. No entiende los valores de la vida, se tiene que tatuar la palabra ‘lealtad’ porque se le olvida. Es un imbécil con tinte de cabello que puso a mujeres negras con cadenas de perro en el cuello. Un blanquito que perdió el camino, todo un divino aceptando su premio de afrolatino».
La descarga anticapitalista de Residente es un descaro. Sobre todo porque al mismo tiempo que promovía supuestos ideales socialistas adquiría una lujosa mansión en Encino, California, de cerca de seis millones de dólares. La propiedad de siete habitaciones e igual número de baños pasó de las manos de David Spector, el segundo al mando a nivel ejecutivo de PennyMac Financial Service —la gigante prestamista hipotecaria de territorio estadounidense— a las suyas, justo en medio de la pandemia.