No está claro cuáles serán los próximos movimientos de Rusia en contra de Ucrania para intentar ganar la guerra. Las tácticas implementadas hasta ahora no doblegan a Kiev, pero la extensión del conflicto obliga a Taiwán a preparar una estrategia de defensa ante una posible invasión del régimen de Xi Jinping.
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Taipéi siente el peligro. El portaviones Shandong, uno de los dos que tiene bajo su control el Partido Comunista chino, navegó el fin de semana por el estrecho de Taiwán, muy cerca de la isla taiwanesa de Kinmen. Un buque de guerra de la Armada de Taiwán y un destructor de misiles estadounidense lo siguieron durante parte del recorrido. Sin certeza de las intenciones, la pequeña nación insular decidió prepararse.
Sus reservistas (más de un millón) comenzaron un estricto programa de entrenamiento de 14 días como parte de un plan de «defensa total», mientras que los taiwaneses entre los 19 y 36 años cumplirán cuatro meses de formación militar obligatoria. «Este nuevo régimen de entrenamiento pretende disipar los temores de que los reservistas no estén preparados para el combate», señala CNN.
De esa forma, Taiwán actualizará sus reservas para después distribuirlas en las fuerzas terrestres, navales y aéreas. Además, destinará 8700 millones de dólares en los próximos cinco años para potenciar su arsenal con nuevos misiles de largo alcance que puedan apuntar a las instalaciones militares de China.
También está previsto incrementar el tamaño del ejército. La isla hará todo lo que tenga a su alcance para proteger el estrecho de Taiwán, ya que la invasión de Rusia a Ucrania amplía las posibilidades de una nueva Guerra Fría. Eso podría significar no solo que Rusia ejerza el control sobre Europa del este, sino también que China se imponga sobre el este y el sudeste de Asia, en particular sobre Taiwán, que la considera una «provincia rebelde».
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