En Colombia, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) recomendó flexibilizar el mercado laboral con un salario diferencial para los jóvenes menores de 25 años que no cuenten con experiencia en el mercado. Pese a que la propuesta insertaría una porción significativa de menores de 25 años al sector laboral, la propuesta generó polémica.
“Creo que para muchos jóvenes es mejor tener 600 000 pesos que estar en la casa, y ellos deben probar que puedan ganar más demostrando sus capacidades”, indicó Sergio Clavijo, presidente de la Anif.
De acuerdo con Clavijo, entre los jóvenes el desempleo está entre el 20 % y el 25 %, mientras que el de los adultos solo llega al 11 %.
El salario mínimo no es el que diga el gobierno. Es $0, porque en últimas los empleadores pueden decidir si contratar o no. Un dato que vale la pena recordar es que más o menos la mitad de los trabajadores colombianos son informales, y ya ganan menos de $828.116 mensuales.
— Luis Carlos Reyes (@luiscrh) October 11, 2019
En este sentido, le solicitaron al Gobierno de Iván Duque que mediante la expedición de un decreto se produzca un nuevo esquema de contratación para los jóvenes menores de 25 años de edad: “Permitir un pago diferencial para los jóvenes a quienes se les pagaría el 75 % de un salario mínimo por no más de un año, bajo la idea de que están en etapa de formación”, puntualizó Clavijo.
Por su parte, el presidente Duque afirmó que el Gobierno está trabajando en una estrategia integral para reactivar el mercado laboral del país.
Actualmente, en Colombia el salario mínimo mensual está en 240 dólares (828 116 pesos). Según la propuesta de la Anif, un joven sin experiencia laboral ganaría un poco más de 174 dólares (600 000 pesos).
“El salario mínimo es una barrera arbitraria que establece quién puede o no trabajar”
PanAm Post habló con el internacionalista Juan Martín Londoño sobre esta medida, que sería el primer paso para construir un mercado laboral más flexible y beneficiar a un sector que no está empleado en Colombia.
Sobre el tema, Londoño afirmó que “Es un buen primer paso en camino de mayor flexibilidad del mercado laboral. Puede ser un buen plan piloto de otras medidas como el salario mínimo por regiones. Según cifras del DANE [Departamento Administrativo Nacional de Estadística], el 19 % de los jóvenes se encuentra desempleado, una clara diferencia si lo comparamos con la tasa nacional del 10,3 %. Esta medida abre las puertas a jóvenes sin experiencia o con pocos estudios, para que así puedan obtener un primer trabajo y aumentar su productividad”.
Al mismo tiempo, aseguró que el salario mínimo es una barrera arbitraria que establece quién puede o no trabajar:
Esta barrera manda el mensaje que quién es lo suficientemente productivo como para justificar ese salario es quién puede conseguir un empleo formal, mientras los que no tendrán que probar suerte en el mercado informal o resignarse al desempleo. Es una medida que limita la movilidad social, creando círculos viciosos de pobreza que son difíciles de romper.
Criticar el salario mínimo diferencial para jóvenes es muy fácil cuando se es estudiante/egresado universitario en Bogotá.
Estas medidas ayudan a los jóvenes sin formación de las regiones, que sufren por un salario mínimo impuesto en la capital que no refleja su realidad.
— Juan Martín Londoño R. (@JuanMLondonoR) October 11, 2019
Por otro lado, sostuvo que en un mercado laboral tan rígido como el colombiano, estas medidas de flexibilización pueden tener un impacto positivo, especialmente en ciertas regiones donde la productividad y el salario medio son más bajos que en las grandes ciudades.
“La flexibilización laboral es necesaria para reactivar la economía en estos tiempos difíciles, y para lograr involucrar más gente en el mercado laboral, algo especialmente importante si pretendemos, por ejemplo, integrar a los migrantes venezolanos en nuestra economía, como lo demuestran Alex Nowrasteh y Gabriela Calderón, del Cato Institute”, puntualizó.