El 2018 no promete ser un buen año para la economía de Nicaragua debido a la desaceleración económica que podrían generar, entre otros factores, las sanciones económicas que Washington estaría aprobando de manera definitiva para el régimen de Daniel Ortega.
Sin embargo, el diario La Prensa señala que las amenazas para la economía nicaragüense también son internas a raíz de disposiciones gubernamentales que se han postergado para el 2018, dentro de estas se encuentra la reforma a la Seguridad Social, que acarrearía ajustes para los trabajadores que ya se encuentra afectada por la reducción del poder adquisitivo debido a la poca mejora del salario mínimo y a su vez el encarecimiento de la canasta básica.
Nicaragua había estado reportando un crecimiento en los últimos años de hasta 5 puntos, sin embargo las sanciones del gobierno de Estados Unidos ya han comenzado a tener efectos sobre este factor, ya que el 2017 cerró con un crecimiento económico del 4,5%, según el economista Néstor Avendaño.
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El Banco Central de Nicaragua había estimado que en el 2017 el país centroamericano crecería entre el 4,7% y 5,2% sin embargo la cifra que se impuso al cierre de el año anterior fue menor a lo previsto.
Mientras esto sucede con la economía nicaragüense, el Nica Act, como se ha denominado a la ley que promueve sanciones económicas para el régimen de Daniel Ortega, avanza a paso firme en el Senado de Estados Unidos, por medio de lo que se pretende castigar a las personas que tengan vínculos con la corrupción y sean violadores de derechos humanos.
Avendaño afirma que el 2018 será un año “complejo” que traería consigo “graves peligros para la economía”, ya que estaría llenando de incertidumbre el panorama, alejando así a los inversionistas, lo que impactaría directamente en el sector privado de Nicaragua. Además agrega que se estaría a las puertas de un “declive” de la inversión, no solo extranjera, sino también nacional, por lo que se registraría una desaceleración en el crecimiento económico.
Por su parte el experto Adolfo Acevedo advierte que las sanciones recuerdan al Estados Unidos de los años 80, cuando también impus severas sanciones económicas al país centroamericano.
Avendaño indicó: “Cuando hay desconfianza en una economía rápidamente se paraliza gran parte del flujo de inversión extranjera, ¿en cuánto?, muy aventurado decirlo en este momento, pero creo que puede haber un detenimiento inversionista que va a generar menos crecimiento económico, más desempleo, más incertidumbre. Acuérdese que en tiempo de crisis tanto los inversionistas como los consumidores ahorran, por lo tanto por ese lado se desacelera el consumo interno”.
Nicaragua pierde continuamente fortaleza y seguridad frente a inversionistas debido al autoritarismo implementado por Daniel Ortega y los escándalos que la administración del presidente Donald Trump ha sacado a la luz, ya que sus vínculos comerciales con Venezuela han sentado un mal precedente y ahora con el Nica Acta, los capitales extranjeros y nacionales podría comenzar a migrar a otros territorios dejando una estela importante de desempleo.