Viena, 20 may (EFE).- El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró este viernes que la guerra desatada en su país por la invasión rusa se podría haber evitado si Europa y el mundo hubiesen escuchado más las advertencias de Kiev en el pasado.
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“No tenemos más remedio que luchar y acabar ganando. Rusia quiere la guerra, no el diálogo”, afirmó Kuleba en un mensaje de vídeo enviado a una conferencia internacional en Viena.
Según el jefe de la diplomacia ucraniana, el violento conflicto armado podía haberse evitado si Europa y el resto del mundo hubiesen tenido más en cuenta las advertencias de Kiev en el pasado.
“Por favor, empiecen a escuchar a Ucrania”, pidió Kuleba. Si el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene éxito en esta campaña, “irá más lejos”, advirtió el ministro, al tiempo que calificó la resistencia de su país como un “milagro ucraniano”.
Tras afirmar que “nadie es un espectador” en esta guerra, Kuleba instó a los líderes europeos a comprometerse en la lucha contra Rusia, admitiendo que ello implica tomar “decisiones difíciles”.
Para el ministro ucraniano, la entrega de armas pesadas a Kiev, más sanciones contra Rusia y el estatus de candidato a la Unión Europea para su país “son los tres caminos más cortos hacia la paz”.
Por su parte, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, alertó del peligro de pactar una “mala paz” en el país atacado.
“Una paz mal negociada para Ucrania sería también una mala paz para nosotros”, señaló Kallas en un discurso virtual en la misma conferencia que, titulada “La hora de decidir Europa”, aborda la situación desatada por la invasión rusa de Ucrania.
Para la jefa de Gobierno estonio, la esperada paz futura debe garantizar que Rusia no pueda volver a agredir a otros países, un objetivo que, opinó, requiere más sanciones, un mayor aislamiento de Moscú y llevar ante la Justicia internacional a los responsables de los crímenes de guerra cometidos por el ejército ruso.
La conferencia de hoy fue organizada por la fundación del Erste Bank, el principal banco austríaco, junto con el renombrado Instituto de Ciencias Humanas (IWM), donde trabajan destacados expertos en Europa del Este como Ivan Krastev, Timothy Snyder o Serhii Plokhy.