Moscú, 20 ene (EFE).- Rusia, China e Irán efectúan ejercicios navales conjuntos en el golfo de Omán y su espacio aéreo, señaló hoy el Ministerio de Defensa ruso, según la agencia Interfax. Esto ocurre en medio de la tensión con Estados Unidos ante una posible invasión rusa en Ucrania.
“Del 18 de enero al 22 de enero se celebran los ejercicios navales ruso-chino-iraníes, CHIRU-2Q22, en el golfo de Omán (en la parte norte del mar arabigo) y su espacio aéreo”, señal Defensa.
Un destacamento de barcos de la Flota del Pacífico, el crucero con misiles Varyag y el barco antisubmarino Admiral Tributs, además del buque cisterna Boris Butoma, participan en los ejercicios.
- Lea también: El alto costo para Rusia de concretar su amenaza a EEUU con tropas desde Venezuela y Cuba
- Lea también: Blinken y Borrell: todo ataque a Ucrania «tendrá consecuencias masivas»
Durante las maniobras se prevén disparos de artillería contra un objetivo marítimo, maniobras tácticas conjuntas y tareas de búsqueda y rescate en el mar, de acuerdo con Defensa.
Asimismo, se organizarán actividades de inspección y la liberación de un barco capturado por piratas.
EEUU reitera advertencia a Rusia sobre coste “rápido y masivo”
Esto ocurre mientras el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, aboga en Berlín por alcanzar una “desescalada” de la tensión con Rusia a propósito de la amenaza de invasión a Ucrania, pero advierte a Moscú que un ataque a ese país tendrá un coste “rápido y masivo“.
Blinken insistió en que las conversaciones de los últimos días, bilaterales y en varios foros, tienen como objetivo seguir “el camino diplomático para desescalar la tensión” y dijo que tanto Estados Unidos como sus socios europeos están demostrando una “unidad” que Moscú no tiene. Es por ello que los ejercicios navales conjuntos con China e Irán pueden tener la intención de cambiar esa percepción.
El secretario de Estado dijo que la salida a la actual crisis solo puede alcanzarse “a través del diálogo y no de la agresión”, pero reiteró que un eventual ataque de Rusia a Ucrania tendrá una respuesta inmediata y un coste elevado para Moscú.
La respuesta depende de la decisión de Putin
Una vez más, subrayó la importancia de evitar que Rusia “use la energía como arma” e hizo referencia a la utilidad del gasoducto Nord Stream 2, controlado por el gigante ruso Gazprom, a la hora de presionar a Moscú.
“Es un hecho importante que el gas todavía no está fluyendo y por eso se puede usar como palanca,” indicó Blinken, que este jueves se reunirá también con el canciller alemán Olaf Scholz.
El secretario de estado subrayó que, en última instancia, el rumbo que tomará la confrontación depende del presidente ruso Vladimir Putin, a quien le corresponde tomar una decisión.
“No podemos determinar el camino que emprenderá Moscú, pero podemos mostrar cuáles serán las consecuencias negativas y las consecuencias positivas en uno y otro caso,” aseveró Blinken, que este viernes se reunirá con su homólogo ruso Serguéi Lavrov en Ginebra.