Mientras el mundo observa nuevos acontecimientos sobre el conflicto en Gaza entre Israel y el grupo terrorista Hamás, o el pedido de negociaciones de paz que hace Vladímir Putin por su guerra contra Ucrania; el régimen chino sigue cumpliendo su cuota de presión contra Taiwán ahora que la isla tiene nuevo presidente, considerado independentista y pro Occidente .
A Lai Ching-te, Pekín le dio la bienvenida a su mandato con ejercicios militares cerca de la isla, apodados Joint Sword – 2024A (“espada unida”, en inglés) con el fin de ensayar para “castigar a quienes promuevan la independencia”. Fueron dos días con 49 aviones del Ejército Popular de Liberación (EPL), 19 buques del EPL y siete barcos de la Guardia Costera de China amenazando al país, al punto de que “35 de los cazas cruzaron la zona de identificación de defensa aérea”, según el Ministerio de Defensa.
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Casualidad o no, los opositores al nuevo presidente cocinan un proyecto de ley que daría poder al Parlamento para controlar al Poder Ejecutivo y por el que ciudadanos taiwaneses salieron a las calles este viernes para protestar. Es la misma legislación que un diputado robó la semana pasada durante un debate para impedir que fuera aprobada, ya que plantea asuntos como la criminalización de los funcionarios que digan “mentiras” o la modificación del código penal para incluir como delito el “desacato al poder Legislativo”.
About 80,000 people gathered outside the legislature in Taipei for the third protest against controversial reforms proposed by the opposition Kuomintang and the Taiwan People’s Party. For the first time, a counter-protest was set up but saw little turnout. pic.twitter.com/oDr9TEWrXA
— TaiwanPlus News (@taiwanplusnews) May 24, 2024
Un conflicto que involucra a Estados Unidos
Miles de taiwaneses aseguran que el proyecto de ley no solo “pone en peligro la seguridad nacional”, sino que representa un “abuso de la autoridad de los legisladores”. Y es que el objetivo es limitar el poder de la Presidencia, algo conveniente a la oposición y al comunismo chino. Las protestas de este 24 de mayo se extienden por Tapéi y en ciudades como Taichung (centro), Tainan, Kaohsiung y Taitung (sur), según un reporte de EFE.
Detrás de ese proyecto de ley hay dos partidos: el Kuomintang (KMT) y el Partido Popular de Taiwán (TPP), que se aliaron con sus 52 y ocho escaños, respectivamente, para superar al oficial Partido Democrático Progresista (PDP) con sus 51 curules. El interés, es poner trabas a la gestión del nuevo presidente defensor de la independencia de Taiwán.
Lo que ocurre en el país insular puede parecer, a primera vista, lejano a las preocupaciones occidentales. Pero nada más lejos de la realidad, Estados Unidos es el principal aliado militar de la isla proveyéndole armamento para defenderse. Solamente en abril pasado aprobó 8100 millones de dólares para enfrentar las acciones de China en la región del Indo-Pacífico, aparte de otros 2000 millones de dólares para el financiamiento militar extranjero para Taiwán y otros aliados. Por ende, si China logra invadir a la isla, sería otra derrota en el plano internacional para el Gobierno demócrata de Joe Biden.
Es decir, además de la pugna en el terreno legislativo, la isla debe enfrentar las presiones directas de Pekín que insiste con su concepto de “una sola China” que tanto repite el dictador Xi Jinping. Las amenazas no han dejado de estar sobre la mesa, y menos luego de los ejercicios militares. El miembro del PCCh y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, volvió a amenazar con ese argumento a Washington: “Si EE.UU. realmente quiere mantener la paz y la estabilidad a través del Estrecho, debería adherirse inequívocamente al ‘principio de una sola China’ y oponerse al separatismo taiwanés”, aseveró.