Hoy muchos izquierdistas hacen bulla en redes sociales aplaudiendo la “victoria” de Sánchez y el PSOE. Sin embargo, si los votantes del Partido Socialista fueran un poco más conscientes de lo que ha ocurrido, dirían como Pirro: «Otra victoria como esta y volveré solo a casa».
Izquierda y derecha empatadas
Que el PSOE haya conseguido casi el doble de los asientos del PP, y que sea la izquierda la que tiene posibilidad de conseguir los 176 escaños para formar Gobierno, no quiere decir que los izquierdistas hayan conseguido muchos más votos que los partidos de derecha.
PSOE y Unidas Podemos consiguieron 11 213 684 votos, el 43 %. La suma de los votos de PP, Ciudadanos y VOX da 11 169 796, que representa el 42,9 %. De modo que la izquierda no es que haya arrasado, consiguió solo 43 888 votos más que los partidos de centro-derecha o derecha.
Sin embargo, la izquierda tiene la posibilidad de conseguir mayoría y el PSOE queda con la mayor cantidad de asientos por cuenta del sistema de asignación de escaños utilizado en España. El sistema D’Hondt es un método de promedio mayor: favorece a los partidos que en promedio tengan más votos, perjudicando entonces a las colectividades más pequeñas como VOX.
Sobre todo en las circunscripciones más pequeñas, a las que se les asignan menos escaños, es casi imposible para partidos pequeños conseguir asientos aunque tengan un buen número de votos.
En promedio, el PSOE necesitó 60 819 votos por escaño, el PP 66 000 votos, Ciudadanos 72 572, mientras que a VOX cada escaño le costó 111 549 votos.
La derecha está dividida en tres partidos y a VOX le costó mucho cada escaño. Si los tres partidos de derecha se hubieran unido, habrían conseguido 177 escaños y tendrían mayoría absoluta si se hubieran organizado en una gran colectividad.
Por lo tanto, no es que muchísimos más españoles sean de izquierda, sino que están técnicamente empatados con la derecha: 43 % frente a 42,9 %.
La izquierdización de Rajoy
No es solo que la izquierda no sea mayoría en número de votantes, el PSOE además ha ido a unas elecciones en un momento en el que el PP, su rival más importante, está apenas intentando recuperarse de todo un escándalo de corrupción y del mal camino en el que había profundizado el partido mientras estuvo dirigido por Mariano Rajoy.
Hoy, La Voz de Galicia publica una nota titulada <<La derechización de Casado lleva al PP al peor resultado de su historia>>. Esa afirmación no es correcta: los periodistas izquierdistas, como siempre, utilizan sus publicaciones para convencer a la gente de cosas que no están ocurriendo. Quien no sepa lo que sucede de verdad en España, lee este titular y cree que los españoles son de izquierda y no quieren al Partido Popular por el intento que ha hecho Casado d apartarse un poco de la siniestra.
Pero lo cierto es que si comparamos los resultados obtenidos este fin de semana, con los de las elecciones del 2016, vemos que no hay mayor variación en el número de votantes de derecha y el de izquierda. Lo que sí hay es una recomposición en los votos dentro de la izquierda, por ejemplo ahora más gente vota PSOE en vez de Unidas Podemos. Y también hay una recomposición dentro de los votos de la derecha, el PP pierde, y Ciudadanos y VOX ganan, pero no se puede decir que los de la derecha se pasaron a la izquierda.
Ahora bien, si se miran los votos dentro de la derecha lo que vemos es que Ciudadanos, que puede ser tomado como un partido “menos derechista” que el PP, pasa de tener 3 123 769 votos a 4 136 600 votos. Es decir, gana un millón de votos que seguramente le arrebató al PP. Por su parte, VOX, que está mucho más a la derecha del Partido Popular, pasa de no tener prácticamente nada, a tener 2 677 173 votos. Eso es mucho más de lo que Ciudadanos le pudo haber arrebatado al PP.
Entonces no solo no es correcto decir que el PP tiene una votación históricamente baja por la “derechización”, sino que sería mucho más exacto decir todo lo contrario. Si bien la baja votación del PP no se puede atribuir a un solo factor, sí es cierto que Casado, el líder el Partido Popular, está pagando las consecuencias de la “izquierdización” que vivió el PP con Rajoy. Lo más probable es que esos 2 500 000 de votantes de VOX sean exvotantes del PP cansados de la tibieza del partido.
De modo que según los números, la estrategia no debería ser, como sugiere el periódico gallego, que el PP se volviera a mover a la izquierda, sino que continuara el intento de ser un partido respetable de derecha y que se siga asesorando por personajes como Daniel Lacalle. De otro lado, el histórico partido también debe demostrar que es capaz de eliminar la corrupción dentro de sus filas.
Entonces, el PSOE además de competir con una derecha dividida, y lo que eso implica por cuenta de la ley D’Hondt explicada antes, tenía como principal oponente a un partido que acaba de empezar una reestructuración, intentando moverse a la derecha, y que además recién está tratando de salir de un escándalo de corrupción que convirtió a Rajoy en el primer presidente de la historia de España tumbado por una moción de censura.
El futuro para el PSOE no es fácil
La victoria que obtuvo el domingo el Partido Socialista es pírrica por muchas razones.
1. Como ya dijimos, no tiene apoyo de la mayoría de los españoles, el número de votantes de izquierda es prácticamente igual al de votantes de derecha.
2. Ciudadanos insiste en que no pactará con el Partido Socialista. En este contexto, lo más probable es que Sánchez termine pactando con independentistas golpistas y/o etarras para poder seguir en el poder. Eso le traerá el rechazo de gran parte de la población española.
3. También es muy probable que más temprano que tarde vuelva a ocurrirle a Sánchez que se quede sin gobernabilidad y los españoles vuelvan a elecciones.
4. VOX ahora está en el Congreso, es un partido importante y tiene la atención de todos los españoles. El partido de Abascal no solo tendrá la oportunidad de mostrar lo que realmente es -y espantar los miedos que tengan los españoles por cuenta de la mala publicidad que le han hecho- sino que tendrá el espacio para ser una oposición dura y convincente.
VOX podrá explicar el desastre económico que tendrá lugar en España cuando el gobierno de PSOE y Podemos haga lo que siempre hace la izquierda con la economía. Cuando aumenten los impuestos, suban el salario mínimo, agranden el Estado de bienestar y los colegios estén llenos de adoctrinamiento izquierdista, el partido de Santiago Abascal, tendrá el espacio para explicar por qué son dañinas las políticas de izquierda y podrán decir: “lo advertimos”.
Los socialistas no la tienen fácil y la victoria del fin de semana más que alegrarlos debería preocuparlos. Sus políticas, en conjunto con Podemos, inevitablemente llevarán a España a una crisis, y en un país donde no hay oposición la izquierda se puede quedar indefinidamente aunque la economía vaya muy mal, pero en España tienen un resurgir de la derecha, que bien aprovechado puede terminar en cosas muy buenas.
La verdadera derecha tiene ahora la oportunidad de hacer un buen trabajo en la oposición y capitalizar el descontento que surja con el inevitable desastre que será un Gobierno de Podemos y PSOE.