En Guatemala, la vorágine informativa de la última semana cambió el escenario en el cual se desarrollarán las elecciones presidenciales del próximo domingo 6 de septiembre. El pasado lunes, Otto Pérez Molina se aferraba al poder y decía que no renunciaba a su cargo como presidente; pero, entre “gallos y medianoche”, el jueves 2 de septiembre emitió su carta de dimisión al mismo Congreso que el pasado martes lo despojó de su inmunidad.
El Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), investigan a Pérez Molina por la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita, defraudación aduanera y cohecho pasivo, por lo cual el ya virtual expresidente podría enfrentar una pena de entre 14 y 20 años de prisión, si es hallado culpable, según explicó Manfredo Marroquín, director de la ONG Acción Ciudadana.
“Este caso apenas está empezando; es claro que hay más evidencias que saldrán en el trascurso del proceso y el curso de las acusaciones contra Pérez Molina y su ex vicepresidenta Roxana Baldetti, y habrá más datos, más implicaciones, porque hay procesos abiertos contra ministros, diputados, magistrados. Esto es una cadena y yo no le veo final tan pronto”, expresó Marroquín a PanAm Post.
El analista señaló que la renuncia de Pérez Molina era un hecho inevitable, por la gravedad de los delitos que se le imputan. “Era inevitable que lo hiciera, solo que la soberbia y su terquedad lo llevaron a aferrarse al cargo, pero desde hace meses esto tuvo que ocurrir”, dijo.
Nuevo panorama
Manfredo Marroquín indicó que el nuevo escenario resulta completamente favorable al proceso electoral que se celebrará el próximo domingo, pues podría generar mayor confianza en el electorado.
“La gente estaba muy molesta, desmotivada y con mucha desconfianza. La gente cuestionaba que él —Pérez Molina— se aferrara al poder y decían ¿para qué vamos a votar, si los corruptos se aferran al poder? Ahora que está fuera y capturado, la gente tendrá más motivación”, dijo el director de Acción Ciudadana.
Sin embargo, advirtió que todo lo que ha sucedido en Guatemala durante los últimos meses, previos al proceso electoral, convierten al evento como tal en un caso atípico; y que eso se ha evidenciado en la variación de las encuestas ventiladas durante las últimas semanas.
“Habrá igual mucha abstención, porque no son unas elecciones normales. También habrá voto nulo, pero ante todo, el panorama de hoy ha cambiado y sabemos que los guatemaltecos están contentos con la renuncia del presidente Otto Pérez Molina, porque desde hace meses era lo que clamaban en las calles”, dijo Marroquín, a través de una llamada telefónica.
El director de Acción Ciudadana también mencionó que la sentencia podría aumentar, si en el transcurso de las investigaciones el Ministerio Público incluye otros cargos; y lamentó que los guatemaltecos tengan que vivir estos episodios.
“Es lamentable, la gente está cansada de los actos de corrupción y por eso con esto tendrán un respiro, pero sabemos que en Guatemala estos casos vienen desde hace muchos años. Lo bueno es que ahora se están investigando y las autoridades proceden para sancionar a los responsables de esos hechos; y ojalá que no se vuelvan a repetir. Eso es todo lo que quiere la ciudadanía”, dijo el analista político.
Aproximadamente a las 9:45 a.m. se inició la audiencia de declaración contra Otto Pérez Molina, en el juzgado B de Mayor Riesgo, a cargo del juez Miguel Ángel Gálvez. En este encuentro el Ministerio Público y las autoridades de la Cicig mostraron algunas piezas de las escuchas telefónicas de las que serán utilizadas como pruebas contra Pérez Molina. Las autoridades solicitaron que sea dictada una medida de prisión preventiva, al igual que lo hicieron con Baldetti, para que el proceso judicial lo enfrente desde la cárcel.
Durante el traslado del presidente hasta la sede de los tribunales, un reportero fue agredido por la seguridad y se corrió el rumor de la presencia de un artefacto explosivo. Sin embargo, las autoridades policiales inspeccionaron el área y resultó ser una falsa alarma.
Al inicio de la audiencia, el juez Gálvez le indicó a Pérez Molina que podrá rendir una declaración, que no será usada como parte de la investigación, sino que es un derecho consagrado para todos los acusados.