A un año de su absurda creación, la chavista criptomoneda Petro se convirtió en un cadáver insepulto que, tal como el bolívar, para el mundo no tiene valor alguno, pero para el régimen de Nicolás Maduro sirve como referente para precios de la desvastada economía.
Este miércoles 2 de enero, el valor del Petro se quintuplicó pasando de 9.000 bolívares soberanos a 37.837,69 en la primera semana del año; un reflejo de cómo la moneda nacional se sigue devaluando ante una inexistente criptomoneda que solo tiene valor en territorio venezolano.
Para el economista venezolano, José Toro Hardy, el aumento oficial del Petro no es más que una mentira montada por la dictadura en Venezuela.
“El Bitcoin cumple 10 años. Su precio cayó en 30% en un mes, 50% en 6 meses y 80% en un año. Si eso pasa con el Bitcoin, ¿nos van a meter el cuento de que el Petro sube vertiginosamente? Agáchense para que pase la coba”, señaló.
Curioso: mientras el Bitcoin cayó en un 80% en 12 meses, el Petro, respaldado con reservas de petróleo -que está cayendo fuertemente en los mercados- se elevó a Bs 38.000. ¿Será cosa de brujería o será una simple ficción?
— Jose Toro Hardy (@josetorohardy) January 3, 2019
Y es que al parecer, según fuentes del Banco Central de Venezuela, el régimen de Maduro busca que el Petro tenga un “cambio dual”; o sea, dos valores diferentes. Por un lado que sirva como marcador del precio del salario y de ciertos servicios, como los pasaportes; y por otro, “alinear” la criptomoneda con la nueva cotización del Dicom.
De acuerdo con el portal Noticiero Digital , “hay dos Petros: uno para el Dicom y la devaluación, y otro para los salarios. Es lo que se está diciendo en el BCV. Es un lío”, señalaron las fuentes.
Hay que recordar que para el régimen de Maduro, un petro es equivalente a 60 dólares; sin embargo, no existe nación alguna que reconozca este tipo de cambio. Prácticamente para los ojos del mundo, Venezuela tiene dos monedas inexistentes, una digital y la otra de papel.
Economistas y expertos en monedas virtuales desconocen al Petro como criptomoneda, pues, a diferencia de monedas como el Bitcoin, esta da a la dictadura otra medida más de control, situación que va en contra de los conceptos más básicos de una moneda virtual exitosa.
Las criptomonedas son monedas virtuales que pueden ser intercambiadas y operadas como cualquier otra divisa tradicional; las más consolidadas no son emitidas por bancos centrales, sino que se crean de manera virtual mediante el registro compartido de transacciones. Ahí radica la diferencia con el Petro.
Y es que el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, declaró nulo el decreto de la emisión del Petro, pues se trata de una moneda ilegal.
Con la creación de la criptomoneda, el régimen violó una vez más la Constitución venezolana porque al estar respaldada con recursos del Estado, representa una emisión de una deuda pública y amerita la aprobación de la Asamblea Nacional.