A pocos días de que el Congreso del Perú aprobara en primera votación que los condenados por terrorismo no puedan trabajar en el sector público, se descubrió que justo en esta institución fue contratada Nancy Madrid Bonilla, sentenciada a 18 años de cárcel por esa razón.
Fue la congresista María Elena Foronda, del partido de izquierda Frente Amplio (FA), quien contrató a Madrid como asistente y personal de confianza en su despacho parlamentario desde el 27 de julio de 2016.
Madrid fue sentenciada por terrorismo al ser miembro del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y era considerada como “la administradora de las cárceles del pueblo”, lugares donde estaban los secuestrados y torturados por el grupo terrorista, por quienes luego pedía millonarios rescates.
Las reacciones y acusaciones contra el FA no se hicieron esperar; sobre todo porque la misma congresista Foronda se abstuvo de votar en el Congreso sobre la norma que prohíbe contratar a terroristas.
Desde el fujimorismo, el congresista Héctor Becerril también se pronunció sobre esta contratación y manifestó que la agenda del FA es “hacerle el juego” a los terroristas.
Foronda admitió que la contratación de Madrid fue un “lamentable desacierto”, pero aún así desde el Congreso exigen que sea desaforada y sancionada por la Comisión de Ética.
Y es que no es primera vez que al FA se le vincula con respaldar al terrorismo en Perú ni al socialismo en Venezuela.
La misma congresista Foronda firmó un documento en el que se calificaba al líder del MRTA, Víctor Polay Campos, como un supuesto “preso político”. Asimismo, los legisladores de la coalición de izquierda se opusieron a los proyectos de ley que impedían la participación de condenados por terrorismo en elecciones y cargos públicos.
En setiembre del 2016 se conoció la construcción de un mausoleo que albergaba restos de terroristas; se reportó incluso que hubo actividades proterroristas alrededor de dicho lugar.
Ese hecho generó una fuerte reacción por casi todas las agrupaciones políticas, que pidieron destruir el mausoleo. Sin embargo, desde el FA, María Elena Foronda no ofreció una postura clara al respecto.
“Que se quede o no el mausoleo es algo que deben responder no los congresistas, sino las autoridades que permitieron la construcción. […] Para mí no debería haber mausoleo. Lo que debería haber es un entierro digno a esas personas”, dijo.
Frente Amplio y su “afinidad” por el chavismo
El FA no solo ha mostrado algún tipo de afinidad por quienes perpetraron el terrorismo en Perú; la coalición en el Congreso también ha mostrado su respaldo al socialismo en Venezuela, específicamente al régimen de Nicolás Maduro.
Recientemente, en el marco de la Cumbre de las Américas en Lima, congresistas del FA y del también partido de izquierda Nuevo Perú criticaron que el Ejecutivo retirara la invitación a Maduro.
Humberto Morales del FA calificó de “vergonzosa” la actitud de la Cancillería peruana. “Las situaciones democráticas de un país las definen sus leyes. […] En Venezuela se han hecho 19 elecciones y una de ellas la ha perdido el oficialismo”, refirió.