
EnglishLa deuda que mantenía Uruguay con Venezuela será saldada con 38% de descuento, mientras que el Gobierno de Nicolás Maduro se endeudará aún más con ese país, a través de la importación de 265 mil toneladas de alimentos.
Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay, informó el lunes que el próximo 17 de julio firmará nuevas negociaciones con el Gobierno venezolano para pagar la deuda entre las dos partes.
“Uruguay mantenía una deuda por la compra de petróleo a PDVSA de aproximadamente US$400 millones, a pagar en un plazo de 15 años. Hemos llegado a un acuerdo por el cual Uruguay cancela su deuda a precios actuales, con una quita de aproximadamente 38%, por lo cual, el monto de deuda de Ancap con PDVSA pasó a ser de $262 millones”, dijo Vázquez.
Anunció también que Venezuela cancelará la deuda de US$ 38 millones, que mantenía con dos empresas exportadoras uruguayas y además exportará a ese país 265 mil toneladas de alimentos uruguayos, con valor estimado de US$ 300 millones. Vázquez informó también que otras deudas que mantiene el Gobierno venezolano con otras compañías privadas uruguayas, a las que adeudan $15 millones, serán canceladas en esta semana.
Esto quiere decir que mientras Uruguay pagará $262 millones por petróleo, Venezuela deberá cancelar en total $353 millones por alimentos.
Producción nacional en caída libre
De acuerdo con los medios locales venezolanos, se trata de la importación de 120 mil toneladas de arroz, 44 mil de leche en polvo, 80 mil de soja (soya), nueve mil de pollo y 12 mil toneladas de queso.

Aquiles Hopkins, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), dijo a PanAm Post que la medida que ha asumido el Gobierno de importar los productos terminados en vez de la materia prima para impulsar la producción nacional, es una política económica errada que solo solventará por poco tiempo el desabastecimiento en el país, pero aseguró que a largo plazo la escasez se acentuará.
“Si el Gobierno no entiende que hay que impulsar la producción nacional de alimentos, cada día dependeremos más de las importaciones y estaremos más lejos de la soberanía agroalimentaria. Nunca saldremos del desabastecimiento y la escasez de alimentos”, aseveró.
Hopkins aseguró que es evidente que ante la escasez de alimentos que hay, el Gobierno no tiene otra opción que importar. Explicó que hoy en día el flujo de caja del Estado, producto de la caída del ingreso petrolero, ha limitado la capacidad importadora de Venezuela, y por eso persiste la escasez en el sector de alimentos.
“Es triste que Venezuela deba traer comida cuando pudiésemos producirla desde el país”, aseguró el vicepresidente de Fedragro.
En relación con los alimentos que importará Venezuela desde Uruguay, explicó por qué escasean, y responsabilizó al Gobierno nacional de la situación actual: “Quiero alertar que la superficie sembrada de arroz este año cayó 50%, porque no teníamos los fertilizantes ni la semilla disponible para poder sembrar; porque el Estado no trajo al país los insumos que los productores requerimos”, dijo Hopkins.

El empresario explicó que el Gobierno importa el producto terminado, con un costo de por lo menos cinco veces por encima de lo que costaría producirlo en el país.
Informó que la razón por la cual no se produce la soya en Venezuela, es porque el Gobierno ha limitado el uso de productos transgénicos en el país.
En el caso del pollo, señaló que la caída en la producción se debe a que “hay un absurdo control de precios”, que impone que los productores trabajen a pérdida; afirmó que los productores de pollo no cuentan con los insumos para fabricar los alimentos que requieren esas aves.
De acuerdo con Hopkins, lo mismo sucede con la leche, la cual no se produce en el país porque el rebaño nacional ha decrecido. La razón principal sería la falta de políticas de estímulo a la producción nacional, el irrespeto a la propiedad privada y la intervención (expropiación) de fincas productivas. Además, denunció que los productores no cuentan con la medicina veterinaria necesaria para atender al rebaño nacional.
“Vemos como hoy en día, producto de la nefasta política agrícola que ha tenido el Gobierno, tenemos que salir a condonar una deuda, y a hacer importaciones urgidas para tratar de paliar los niveles bárbaros de escasez que tenemos en el país”, comentó Hopkins.
El representante del sector agrícola cuestionó al Ejecutivo nacional: ¿Por qué prefiere importar el producto terminado en lugar de darnos las herramientas para que los venezolanos produzcamos?, agregó: algunos intereses deberán existir para priorizar la importación por encima de la producción.
Venezuela hipotecada
Alicia Sepúlveda, coordinadora del Observatorio Económico Legislativo en el Centro del Divulgación de Conocimiento Económico (CEDICE), explicó a PanAm Post que continuar con la política de privilegiar la producción externa, poco aporta a la solución de los problemas de acceso a los alimentos que viven los venezolanos.
De acuerdo con Sepúlveda, esta deuda, no denota más que criterios políticos en el manejo económico. Aseguró que el Gobierno seguirá hipotecando al país, y que las próximas generaciones de venezolanos nacerán con una deuda contraída “por una irresponsable gestión fiscal”.
La economista afirmó que el hecho de que Venezuela deje de percibir los dólares que necesita, significa un sacrificio de recursos. Sugirió que el Gobierno debería garantizar la obtención de estos recursos para generar mejoras en el consumo de alimentos.
Criticó la política utilizada por parte del Gobierno, de convertir el pago de deudas en un sistema de trueque, pues considera que con ese método, el petroleo que podría ser más valorado en otros mercados, se utiliza para pactar de manera obligatoria a cambio de alimentos.