EnglishEn el marco del reciente clima de tensión entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, organismos internacionales y personalidades políticas se manifestaron en relación a la acción y reacción por parte de ambos países.
Este martes 10 de marzo, el Congreso de Estados Unidos alabó la decisión del presidente Obama de sancionar a siete funcionarios venezolanos señalados por el gobierno norteamericano de atentar contra los derechos humanos de los ciudadanos del país suramericano.
Los senadores estadounidenses Marco Rubio, Robert Menéndez e Ileana Ros-Lehtinen —quienes tienen prohibida la entrada a Venezuela— calificaron la orden ejecutiva emitida por Obama como un buen primer paso para castigar la “ola represiva” emprendida por el Gobierno bolivariano contra la oposición venezolana y la sociedad civil; insistieron en que son muchos los represores que deben ser sancionados, incluyendo al ministro de Defensa Vladimir Padrino López.
Por su parte, el gobierno de Cuba, encabezado por Raúl Castro y a la vez respaldado por Fidel Castro, emitió un comunicado en el que manifiesta su “incondicional apoyo” al gobierno de Nicolás Maduro tras las sanciones del Ejecutivo estadounidense.
Castro calificó los señalamientos de Obama de “arbitrarios y agresivos”, y afirmó que se dan en represalia por las medidas adoptadas por Maduro “en defensa de su soberanía frente a los actos injerencistas de autoridades gubernamentales y del Congreso estadounidense”. Según el diario oficial cubano Granma, Fidel Castro también envió una misiva al presidente venezolano y lo felicitó por su “brillante y valiente discurso frente a los brutales planes del Gobierno de Estados Unidos”.
Por otro lado, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, consideró que las sanciones impuestas por Estados Unidos a altos funcionarios venezolanos contribuyen a “radicalizar los ánimos” entre los dos países en medio de “la situación ya polarizada que se vive en Venezuela”.
A juicio de la Unasur, tanto la decisión del Gobierno de EE.UU. como la respuesta del presidente venezolano, Nicolás Maduro,”no contribuyen a enfriar y aclarar el clima que se está viviendo”.
Ley habilitante Antiimperialista ¿un arma en contra de la oposición?
Este lunes 9 de marzo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro respondió a las sanciones del gobierno de Obama e informó que solicitará ante la Asamblea Nacional una ley que le habilite a tomar medidas “en contra del imperialismo”.
La internacionalista Elsa Cardozo, profesora universitaria y columnista del diario venezolano El Nacional, explicó a PanAm Post que Venezuela “abonará la tesis de que hay una conspiración internacional”, y aseguró que lo más probable es que de esta habilitante surjan leyes orientadas al orden interno y a castigar al presunto enemigo aliado con el imperialismo. Para la especialista afectará más a los venezolanos de oposición que a Estados Unidos.
El politólogo venezolano Ennio Cardozo coincide. Dijo a PanAm Post que esa ley habilitaría al presidente para dictar leyes represivas y poder contener a cualquier persona que sea considerada “proestadounidense”; explicó que podrían crearse “normativas desproporcionadas, que limitarían más la libertad de los derechos civiles y políticos en Venezuela”.
Para el analista político, Venezuela ha podido ejercer sanciones contra Estados Unidos desde hace tiempo dejando de venderle petróleo.
Tensión hemisférica
La internacionalista considera que “a Obama le conviene mostrar un gobierno más decidido y manifestarse como un país mas influyente dentro de su vecindario”, pero expresó que quizás estas acciones puedan perjudicar a Estados Unidos en sus relaciones con países con “los que ha ganado terreno de confianza”.
Por otra parte, explicó que para el gobierno venezolano no deja de ser una desventaja que funcionarios del alto gobierno aparezcan internacionalmente vinculados a la violación de los derechos humanos y a procedimientos judiciales turbios.
Agregó que Venezuela atraviesa una situación económica perjudicial y “no le conviene tener problemas comerciales con su principal proveedor de divisas frescas” —refiriéndose a Estados Unidos—.
Acumulación de impunidad
Cardozo afirmó que el gobierno de Obama tomó esta medida por la “creciente presión” que ejerció el Congreso de Estados Unidos, la cual se originó por la “acumulación de impunidades” del gobierno venezolano.
Agregó que la medida del gobierno de Nicolás Maduro de dar un trato recíproco, prohibiéndole la entrada a Venezuela a los cuatro congresistas promotores de esta Ley para la Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela, también se convirtió en un incentivo para las sanciones de Obama.
La internacionalista considera que el gobierno norteamericano siente que tiene “fortalecidas las relaciones con el hemisferio” y por eso se arriesgó a dictar las sanciones.
Los sancionados son considerados “una amenaza”
Según un comunicado difundido este lunes por la Casa Blanca, el gobierno asegura que tiene entre 20 y 30 programas de sanciones que están basados en declaraciones de emergencia similares y que son presentadas con un lenguaje parecido al de Venezuela.
En años recientes Estados Unidos ha declarado estados de emergencia en países como Ucrania, Sudán del Sur, República Centroafricana, Yemen, Libia o Somalia, países con los que Washington ha tenido relaciones complicadas.
Cardozo agregó que la orden ejecutiva de Obama se fundamenta en una legislación y viene a ser semejante a las motivaciones que hubo en una ley del año 1995 a partir de la cual se creó la llamada “Lista Clinton” con medidas orientadas a sancionar a funcionarios incursos en delitos que afectan la seguridad de Estados Unidos; en ese caso se trataba de narcotráfico; esta vez las causales son corrupción, violencia, maltrato a la oposición e impunidad por actos de represión.
Una fuente del Departamento del Tesoro explicó a BBC Mundo que los sancionados son considerados una “amenaza” a la salud del sistema financiero estadounidense, y en esa misma medida se convierten en un problema para la seguridad nacional.
En ese sentido, Cardozo explicó que las sanciones tomadas por Estados Unidos no afectan al pueblo venezolano, sino que están dirigidas a siete funcionarios que el gobierno de Obama considera como “amenazas”.
Editado por Pedro García Otero.