José Antonio Kast va arriba en las encuestas serias. Acaso por eso, las izquierdas chilenas están tan desesperadas. Tanto que son capaces de todo. Por ejemplo, de que Michelle Bachelet viaje a Chile a hacerle la campaña a Gabriel Boric.
Esto está totalmente fuera de lo legal, ya que la expresidente de ese país hoy funge como Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU.
Ah, se trata de esa misma ONU que acaba de convalidar el 6 de diciembre pasado al tirano Nicolás Maduro como “legítimo” gobernante de Venezuela. La misma ONU donde en su Consejo de Seguridad, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México y cabeza del eje rojo latinoamericano, lanza un proyecto llamado Plan de Fraternidad y Bienestar, para conformar un Estado Mundial.
La misma ONU que usa ahora como punta de lanza al Socialismo Blando, que le es útil para enmascarar sus viejos objetivos globalistas. Su OMS, sumisa, está al servicio de la hegemonía China. Por eso Trump en su momento le cortó el financiamiento desde su gobierno. La misma ONU que promueve la Agenda 2030, esa deconstrucción de los valores occidentales, esa imposición de antivalores, de la ideología de género, y de los supremacismos del marxismo posmoderno.
Así que Boric recibe apoyo de Bachelet, que se reúne en secreto con él, y eso que el candidato comunista reprobaba públicamente al gobierno de la señora, como lo expresó no sólo una vez. Pero hoy ya parece aceptarla, por pura conveniencia.
Los dirigentes en Chile de la ODCA, que ya no parece tener nada de democracia y mucho menos de cristiana, sino sólo ser un instrumento servil al comunismo, traicionaron la misión de este instituto internacional al apoyar a Boric.
Por supuesto, partidos del continente elevaron sus quejas ante esas ovejas descarriadas de la democracia cristiana auténtica. Omar Yepes, dirigente del histórico Partido Conservador de Colombia, emitió un comunicado reprobando a los chilenos vendidos al comunismo de Boric.
Los apoyadores de Boric, igualmente desesperados. Atacando con piedras y palos hace unos días a una manifestación pacífica de simpatizantes de Kast, reunidos en la famosa Plaza Italia.
Y el propio Boric, muy desesperado, estresado e inestable, peleando con la prensa, sólo porque un reportero le cuestiona la causa de que no haya querido hacerse un examen para detectar consumo de drogas, a partir de su cabello. Mal augurio para la libertad de prensa si llegar a ganar.
Con ese test sale a relucir todo lo que alguien haya consumido desde hace meses, incluso años. No es lo mismo con el examen de orina que sí quiso hacerse Boric, que sólo puede detectar consumo de estupefacientes en las últimas horas.
Boric sabe que sus muchos errores de radicalismo hoy serán los factores que lo harán perder las elecciones. Por ejemplo, cuando de más joven decía que su posición política era estar “más a la izquierda” que el partido comunista de Chile. Casi nada.
También, su felicidad grabada en video cuando alguien le regala una playera que gustoso recibe y que tiene plasmado el rostro del senador Jaime Guzmán, con un balazo en la frente, quien fue asesinado por un comando guerrillero comunista del Frente Popular Manuel Rodríguez.
Hoy Boric sabe que sus excesos tienen un costo electoral e intenta diluir su imagen hiper-roja, y atea, haciéndose pasar por católico, por conocedor de las Escrituras. Pero como ni es cristiano ni conoce la Biblia, inventa que le gusta el “Evangelio de San Pablo”, quien jamás escribió un Evangelio, sino sólo epístolas, a diferencia de los cuatro evangelistas reales, que son: Lucas, Marcos, Juan y Mateo.
Boric es un personaje desequilibrado, radical e inexperto, una muy mala opción para dirigir los destinos de todas las familias de Chile. No se puede confiar en alguien con posiciones tan cargadas hacia la izquierda. Por ejemplo, primero dijo uno de sus asesores que los ahorros de las pensiones se perderían al morir el jubilado, porque “no existía” la propiedad privada en esos dineros.
Luego quisieron corregir, porque nadie en su sano juicio podría votar por una opción que rema contra la propiedad privada, contra los ahorros de toda la vida, que son el sustento de la familia. Eso muestra gran insensibilidad, lo lejanos que están de la realidad de la gente.
Boric, además, está atado a medicamentos de control psiquiátrico que consume 4 veces al día, porque padece TOC, e inclusive ha trascendido que ha estado recluido en un hospital para enfermedades mentales.
La inexperiencia de Boric haría naufragar la economía de Chile, y como es muy cercano al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla, sus asesores serían tiranos como Nicolás Maduro, que tiene en un hoyo a los venezolanos, o un Díaz Canel, que ha sumergido en la miseria a los cubanos, o bien, un Daniel Ortega, otro fracaso para gobernar.
Hace unos días se reveló a partir de un documento de investigación, que la campaña de Boric podría estar recibiendo financiamiento de grupo de terroristas, como de Hamas y Hezbollah, lo cual debe ser investigado a fondo, por la gravedad de la información, para comprobar si lo que se afirma es verdadero o no.
Por otro lado, todos los electores que abrevan en las aguas del oficialismo chileno necesariamente se van a decantar por apoyar a José Antonio Kast, porque quien era su candidato original –Sebastián Sichel- quedó fuera en la primera vuelta, el pasado 21 de noviembre.
Para esta segunda vuelta, la decisiva, que es ya este domingo 19 de diciembre, sólo hay dos opciones: el comunismo de Boric, o la democracia y valores de Kast.
Es muy probable que José Antonio Kast, del partido Republicano de Chile, se pueda coronar presidente este domingo 19. Así, salvará a su país de las garras del comunismo que quieren imponer mafias internacionales a través de un candidato débil como Boric.
Kast representa la defensa de la vida, la familia, la propiedad privada, la libertad de expresión, de reunión, de manifestación, de religión, de emprendedurismo. Ha demostrado que no tiene nada en contra de los homosexuales, ni tampoco contra los migrantes, como la izquierda le ha señalado en falso. Para nada. No tiene tampoco nada de “extrema derecha”, como la mainstream media se empeña en recalcar. Para nada. Es un candidato de vanguardia, abierto, que pondrá piso firme para que todos tengan oportunidades económicas, y que llevará a Chile a un crecimiento mucho mejor que el actual. Todo es cosa de que nadie se equivoque al votar. Kast Presidente.