Tras el anuncio del Gobierno de Venezuela este fin de semana de que asumiría la presidencia del Mercosur sin esperar aprobación de los otros miembros del bloque regional, fuentes oficiales en Argentina aseguraron al diario Clarín que la gestión de Mauricio Macri no apoyará la decisión del país caribeño.
Altas fuentes del Gobierno argentino señalaron al periódico argentino que el bloque regional no prevé el traspaso automático de la presidencia protémpore. “Las decisiones regionales se toman por consenso y no de manera unilateral”, insistieron las fuentes consultadas por Clarín.
El Gobierno de Macri argumenta también que Venezuela no aprobó una serie de protocolos que se exige a los países miembros desde que se incorporó al foro en 2012.
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Argentina se sumaría de esta forma a Paraguay, país miembro del Mercosur que ya manifestó oficialmente su rechazo a la decisión unilateral de Venezuela de asumir la presidencia del organismo.
El sábado 30 de julio el Gobierno de Nicolás Maduro anunció que asumiría la conducción del bloque suramericano. “Tenemos a bien informar que, a partir del día de hoy, la República Bolivariana de Venezuela asumirá con beneplácito el ejercicio de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur con fundamento en el artículo 12 del tratado de Asunción y en correspondencia con el artículo 5 del Protocolo Ouro Preto”, señaló una carta que la canciller Delcy Rodríguez remitió a los miembros del bloque.
Venezuela realizó el anuncio luego de que el viernes la cancillería uruguaya comunicara formalmente a todos los estados miembros del Mercosur que dio por terminada su presidencia del bloque. En un comunicado, explicó que ya cumplió con los seis meses que establece el Tratado de Ouro Preto y que ahora le correspondía a Venezuela asumir la presidencia.
El plan que tenía Uruguay era traspasar este sábado 30 de julio en Montevideo la presidencia a Venezuela, pero Paraguay y Brasil se negaron a asistir, lo que obligó a levantar la reunión del consejo del Mercosur.
La canciller venezolana argumentó en su carta que cumplía con todos los requisitos. “La presidencia debe ser transferida, sin ningún tipo de retardo ni de excusas, a Venezuela”, protestó.
Paraguay no reconoce presidencia del Mercosur de Venezuela
El canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, señaló este fin de semana que no reconoce la presidencia “de facto” de Venezuela. “Para nosotros esta (la de Venezuela) es una presidencia de facto que Paraguay no reconoce como tal y no se da por notificado”, afirmó el canciller.
Loizaga aclaró que la presidencia temporal del Mercosur no puede ser trasladada de forma automática según el mismo Protocolo de Ouro Preto. Agregó que inició consultas con las cancillerías de Brasil y Argentina para que se busque una alternativa.
Para Paraguay, Argentina debería asumir la presidencia porque es el miembro del bloque que sigue por orden alfabético luego de Venezuela.
“Esta actitud (de Venezuela) va en contra de la institucionalidad del Mercosur”, puntualizó el canciller.
Loizaga planteó que la posición de Paraguay sigue siendo que el país que presida el bloque regional tiene que respetar “los principios universales y de respeto a los derechos humanos y, especialmente, que respete la división de poderes y no se utilice para acallar las voces disidentes“.
Por su parte, el presidente interino de Brasil, Michel Temer, dijo que Brasil “no está exactamente oponiéndose a que se transfiera la presidencia a Venezuela”, pero considera que para ser parte integral del bloque el país caribeño “tiene que cumplir requisitos pactados hace cuatro años, que aún no ha cumplido”.
Temer recordó que cuando en 2012 se aprobó el ingreso de Venezuela al bloque, hubo un “condicionante”, que fue un plazo de cuatro años para su adaptación plena a toda la normativa del Mercosur, que aún no ha sido asumida por el Gobierno de Nicolás Maduro.
La polémica por el traspaso de la presidencia del Mercosur ha ocasionado una crisis institucional en el bloque suramericano, lo cual se suma a las demandas que han hecho algunos Estados miembros de una apertura y flexibilización de cara a los nuevos desafíos de la economía regional y mundial.
Fuente: Clarín, La República.