EnglishEn la era kirchnerista se incorporaron a la nómina estatal 1.400.000 empleados públicos que le implican al Estado argentino, a las provincias y a los municipios 480.000 millones de pesos (US$ 33,9 mil millones) por año.
“El déficit fiscal es de unos 400.000 millones de pesos, el 7% del PIB”, dijo al diario La Nación José Luis Blanco, director de la consultora Tendencias Económicas, lo que permite ver la dimensión del gasto del Estado por la cantidad de nuevos empleados públicos generados por las administraciones recientes.
El empleo público creció 48% de 2005 a 2015, según cálculos de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) .
Según este organismo, en 23 años, de 1980 a 2003, se incorporaron 359.000 empleados a la nómina pública, mientras que entre 2003 y 2015 fueron 1.393.000 trabajadores más.
Según la FIEL, en 1980 había 1.851.000 empleados públicos en los niveles nacional, provincial y municipal. No se registraron mayores cambios hasta 2003, cuando había 2.210.000 estatales. Sin embargo, en dato alarmante se registra en los tres años siguientes, en 2006 había 315.000 empleados nuevos. Para 2015 la administración pública ya tenía 3.603.000 empleados.
En las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner se triplicó la cantidad de empleados que se habían incorporado durante los anteriores 25 años, destaca La Nación.
“El costo mensual de un empleado público promedio era de AR$22.349 en el segundo trimestre de 2015. Si se agrega un 30% de aumento, son AR$28,6 mil por empleado. Por año el costo sería de 343.000 pesos. Por 1.400.000 empleados, entonces el Estado debe pagar $ 480.000 millones de pesos anualmente”, dice Juan Luis Bour, economista senior de FIEL consultado por el diario argentino.
“No es sostenible porque no hay plata para pagarlo. O bien cobrás más impuestos o pagás menores salarios. Es cuestión de elegir”, dijo.
Bour explica que la gestiones anteriores quisieron compensar la poca creación de empleo privado con la incorporación de empleos públicos. Sin embargo, explica, se crearon empleos de baja productividad, lo que a la larga “hace caer el salario y es fuente de conflictos”.
“El empleo privado se estancó desde 2008, cuando se agotaron las buenas condiciones externas, ya que cuando la economía rebotó en 2010 y 2011 creció muy poco”, señaló.
Las principales causas del estancamiento del empleo privado fueron, entre otras, los altos costos en salarios e impuestos sobre ellos; la imposibilidad de las multinacionales de girar dividendos; las restricciones para importar y exportar, y el constante cambio de reglas, detalla La Nación.
Para corregir la situación de la nómina pública, el presidente Mauricio Macri solicitó en diciembre de 2015 a los funcionarios de su Gobierno, revisar las contrataciones en el sector público instrumentadas en los últimos tres años por el Gobierno de la expresidenta Cristina Kirchner. Esto incluyó ministerios, empresas públicas y organismos descentralizados.
El ministro de Modernización argentino, Andrés Ibarra, señaló que el proceso de revisión de contrataciones del sector público culminó con 10.921 despidos, lo que representa 5% de la nómina estatal. Esta reducción, solo en la categoría contratados, le representa al Estado un ahorro de AR$ 2.800 millones (US$ 197.820.000) anuales en el gasto salarial.
Fuente: La Nación.