EnglishLas relaciones entre Venezuela y Guyana se fracturan cada día más, luego de que el Gobierno guyanés otorgara una concesión a la petrolera estadounidense Exxon para explorar y extraer crudo en aguas controvertidas, entre los dos países.
Este martes 9 de junio, el Gobierno de Venezuela, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, acusó al país vecino de “intentar crear una crisis artificial”.

En un comunicado emitido por el Gobierno venezolano, las autoridades señalan que las acciones de Guyana, encabezadas por su presidente David Granger, “constituyen una provocación y atenta contra la diplomacia bolivariana de paz”.
“Es inadmisible que el nuevo Gobierno de Guyana asuma esta posición, cuando ha reconocido expresamente que esta zona marítima está sujeta a la resolución amistosa de la reclamación territorial, como está contemplado en el Acuerdo de Ginebra”, expresa el texto leído por la canciller venezolana Delcy Rodríguez.
La reacción de Venezuela surge en defensa de las críticas del Gobierno de Guyana al decreto Presidencial 1787, en donde el Gobierno de Nicolás Maduro constituyó las Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular (Zodimain), que resguarda sus derechos de soberanía y defensa del territorio Esequibo.
Para Georgetown, el decreto emitido por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, representa una amenaza para la seguridad de su país, por lo que advirtió que “cualquier intento de Venezuela para aplicar este instrumento de manera extraterritorial será resistido enérgicamente”.
Por su parte, el martes Maduro acusó a la petrolera norteamericana Exxon Mobil de incitar la disputa entre los dos países. Agregó que espera que su homólogo guyanés “reflexione, dé los pasos necesarios para un proceso de diálogo, abandone el discurso altisonante y no escuche malos, perniciosos y falsos consejos de la Exxon Mobil”.
En marzo de 2015 Exxon Mobil inició actividades de exploración en el campo petrolífero Stabroek, ubicado en una cuenca frente a Guyana, en un territorio de 159.500 kilómetros cuadrados, que incluye también un área marítima que es rica en oro, bauxita, diamantes, maderas y petróleo. Esa zona “estaría aún en reclamación”, según el Acuerdo de Ginebra de 1966.
Fuentes: El Nacional, El Espectador