EnglishEl presidente ecuatoriano Rafael Correa no pierde tiempo para proponer nuevos impuestos. Una semana después de enviar a la Asamblea Nacional un impuesto sobre una alícuota por la herencia, anunció una nueva carga, esta vez sobre las “ganancias extraordinarias” originadas mediante la venta de inmuebles y terrenos.
El mandatario propuso este lunes un impuesto de 75% sobre las ganancias que excedan los US$8.496 en operaciones inmobiliarias.
El monto a pagar será determinado, según el proyecto, mediante una fórmula matemática en la cual se determinará la “plusvalía” sujeta al gravamen.
Para saber si están alcanzados por el impuesto, los propietarios deberán calcular la ganancia ordinaria y luego aplicar un valor de ajuste que determinará el monto que tendrán que pagar. De esta manera se sumará el valor de adquisición (valor de escritura, mejoras, gastos, etc.), y a ello se sumará el valor de ajuste, el equivalente a lo que habría ganado, lo pagado si ese dinero hubiese estado depositado en un banco.
A este valor deberá restarse el precio de venta del bien. Si la diferencia es superior a los US$8.496, el excedente sería gravado con un impuesto de 75%.
@tomebamba Por muy bonito que lo pinten el impuesto a la plusvalía no tiene ni pies ni cabeza. Los precios de TODO se regulan en el mercado.
— Chililín!!! (@chenditoNoMas) June 9, 2015
Dos tercios de lo recaudado será distribuido entre los Gobiernos autónomos descentralizados y los distritos metropolitanos autónomos, mientras que el tercio restante será asignado al Gobierno central.
Correa indicó el domingo que el impuesto se basa en la noción de que “cualquier plusvalía que no es fruto de la acción directa del propietario es ganancia ilegítima”. Explicó que con la nueva tasa pretende atacar a los especuladores inmobiliarios.
Como ejemplo, Correa citó los terrenos de la recientemente inaugurada sede de la Unasur, cuyo precio se ha multiplicado por seis. “Este es el ejemplo típico donde los gastos son socializados y las ganancias privatizadas”, dijo el mandatario.
El proyecto exonera a las personas o empresas cuya actividad económica principal sea la construcción de bienes inmuebles, para su comercialización.
El anuncio de un nuevo impuesto llega una semana después de que enviara un proyecto de ley que establecería una carga de hasta 77% sobre las herencias más importantes, algo que ha despertado el enojo en sectores de la sociedad ecuatoriana.
El lunes, aproximadamente 1.000 manifestantes tomaron las calles de Quito, para protestar tanto a favor, como en contra del impuesto.
Fuente: El Universo.