EnglishEl Gobierno argentino se mostró sorprendido y decepcionado por la decisión tomada por el juez Thomas Griesa, que incrementa la deuda de los holdouts en US$ 5.400 millones. En total, el monto que pueden reclamar los holdouts asciende a unos US$ 15.000 millones. Éste número no es nuevo ni sorprendente. La única diferencia es que estos nuevos demandantes venían con retraso en sus instancias judiciales. El primer fallo declarado por Griesa fue por US$ 1.300 millones, los cuales el gobierno argentino se negó a pagar. Pero ya desde ese entonces se sabía que, tarde o temprano, la deuda se iba a incrementar hasta unos US$ 15.000 millones una vez vencida la cláusula RUFO.
Dejando de lado el comportamiento ético de los holdouts, una vez perdido el juicio con éstos, lo más eficiente a analizar es el costo menor. ¿Es más costoso pagar la deuda o no hacerlo? Lamentablemente, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner optó por no pagar y agregar un nuevo default al país. Más allá de que la presidente y los funcionarios oficialistas se esfuerzan por sostener que la Argentina no ingresó en moratoria, no es así como el mundo ve a la Argentina. Cristina Kirchner podrá evitar mencionar la palabra “default”, pero no puede evitar sus consecuencias. Las pruebas están a la vista.
En primer lugar, el monto de la deuda continúa incrementándose, ya que al no abonar, los intereses de la deuda se acumulan. Además, debido a la situación de default, cada vez es más caro endeudarse para la Argentina. Hace no mucho, el ministro de economía Axel Kicillof, orgulloso sostenía que el país había conseguido colocar deuda por US$ 3.000 millones. Lo que olvidó mencionar es que tuvo que hacerlo a una tasa del 9,0%. Vale la pena mencionar que la región (a excepción de Venezuela) se endeuda a tasas menores. Claros ejemplos son Paraguay que lo hizo al 4,5% y Chile al 3,0%. Paradójicamente, el discurso oficialista es el del desendeudamiento, aunque es el país que adquiere nuevas deudas a las tasas más altas de la región.
Trabajando para mejorar la calidad institucional del país, Argentina accedería a una oportunidad de financiamiento externo
De esta manera, podemos observar que el costo de no pagar la deuda es mayor al de pagar la deuda, sobre todo ya vencida la cláusula RUFO. Las intenciones del Gobierno nunca fueron acordar con los holdouts y la cláusula RUFO solo fue una excusa. Mucho más sensato hubiera sido lograr un acuerdo como el que se realizó con Repsol-YPF con nuevos bonos para que las reservas no sufran un shock tan grande. Por supuesto que esta opción también tiene su costo, pero es menor al de tomar la decisión de entrar en un nuevo default. En tanto Argentina continúe en esta situación, su deuda se irá incrementando, al igual que su aislamiento al mundo.
Esto se torna aún más grave al observarse un desaprovechamiento de una oportunidad importante para el país. El mundo posee un exceso de liquidez y Argentina posee las condiciones más que necesarias para atraer esos capitales. Sin embargo, el daño institucional realizado por el Gobierno kirchnerista fue tan grande que las inversiones potentes no se animan a ingresar.
Trabajando para mejorar la calidad institucional del país, Argentina accedería a una oportunidad de financiamiento externo. Las nuevas inversiones generarían nuevos puestos de trabajo para el ciudadano argentino. Sin embargo, mientras el Gobierno no sincere sus estadísticas, no acuerde con los holdouts y no elimine el cepo cambiario, las inversiones extranjeras continuarán espantadas, entrando a cuentagotas. Destacando el punto del cepo cambiario, la embajada de Estados Unidos destacó que es una traba para realizar inversiones.
Nuevamente, existe capital con ganas de ingresar al país, pero sólo se animarán a hacerlo bajo un contexto estable y con reglas de juego claras. Difícilmente el Gobierno cambie el rumbo para mejorar la calidad institucional. Será un desafío que deberá abordar el próximo Gobierno, el cual heredará una economía atada con alambres. Sin embargo, generando el shock de confianza necesario, el capital extranjero puede ser de gran ayuda para afrontar la adversa situación y revertir la actual recesión.