La decisión del régimen dictatorial de Nicolás Maduro de adelantar las elecciones presidenciales para el primer cuatrimestre del año, ha generado un fuerte rechazo por parte de la comunidad internacional y de la sociedad venezolana que realmente se opone al chavismo.
Ahora se suma la voz de los obispos venezolanos, quienes repudian la ilegal convocatoria.
“La Asamblea Nacional Constituyente [ANC] es inconstitucional e ilegítima en su origen y en su desempeño. En vez de limitarse a redactar una nueva Constitución, pretende erigirse en un supra poder con funciones ejecutivas y judiciales”, señalan los obispos.
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“Demostración de esto es el mandato dado al CNE [Consejo Nacional Electoral] por parte de la ANC para que convoque elecciones presidenciales adelantadas”, se lee en un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana publicado este 29 de enero.
Para la Iglesia Católica de Venezuela, los ciudadanos están “ante un hecho de extralimitación y desnaturalización de las funciones de la ANC”. Por lo tanto, se trata de una convocatoria ilegal, ya que no corresponde con el procedimiento adecuado según la Constitución Nacional de 1998.
“Es, además, un despropósito ético y humano, un verdadero crimen que clama al cielo, que en medio de una situación de penuria, hambre, parálisis de servicios, muerte y colapso nacional, se privilegió un espectáculo de distracción y alienación, en condiciones desiguales, contra todo sentido de equidad y servicio a la población”, se lee en el texto.
Los obispos son contundentes. No es momento de elecciones, y mucho menos de unas elecciones que son claramente fraudulentas. Sin embargo, la Conferencia Episcopal Venezolana ofrece algunas sugerencias.
Primero, es prioritario que el Consejo Nacional Electoral, claramente parcial e ilegítimo, debe ser reestructurado.
Luego, escribe a la oposición: “La comunidad internacional ha declarado abiertamente su convicción de que la actuación del Gobierno es inaceptable. La dirigencia de los partidos políticos ha sido en muchas circunstancias deficiente e incoherente. Deben abrirse a un consenso con los diferentes sectores de la sociedad, pues una condición imprescindible es el reconocerse y lograr una unidad política que va mucho más allá de las alianzas electorales”.
Por último, la Conferencia Episcopal señala: “La situación del momento que estamos padeciendo los venezolanos ante esta crisis global, ‘requiere de una gran dosis de esperanza junto a acciones concretas que contribuyan a mejorar las condiciones de vida, a dignificar a las personas, y a fortalecer a las familias y comunidades”.
Es un mensaje claro, contundente e importante. Un mensaje que, sobre todo, va dirigido a la dirigencia “opositora” que ha decidido participar en el proceso fraudulento, a pesar de que toda una sociedad lo ha rechazado.
La comunidad internacional ya dejó claro que desconocen la convocatoria y, por lo tanto, desconocerán los resultados. Se trata de un proceso ilegal de principio a fin. No obstante, algunos dirigentes presuntamente opositores ya han presentado su candidatura a las presidenciales. Pero ahora los obispos venezolanos se unen para, al unísono, llamar la atención.