Después de que este lunes 5 de septiembre el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, llamara a Barack Obama “hijo de puta”, este martes 7, Duterte publicó un comunicado en el que admite que se arrepiente de haber insultado al líder de Estados Unidos.
Inmediatamente después de que Duterte insultara a Obama, el mandatario estadounidense dijo que iba a cancelar la reunión que estaba prevista para este martes en Laos, por lo que el vocero de la presidencia de Filipinas leyó un comunicado de Duterte: “Él se arrepiente de que sus comentarios a la prensa hayan causado controversia”.
Asimismo, Rodrigo Duterte se arrepiente de que sus comentarios “se volvieran un ataque personal al presidente de Estados Unidos”.
“Esperamos mediar nuestras diferencias y que se interpongan las prioridades nacionales y percepciones”, reza el comunicado leído por el vocero del gobierno filipino.
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Anteriormente, la Casa Blanca había anunciado de manera oficial que en la reunión entre ambos mandatarios Obama iba a tratar las polémicas políticas antidrogas emprendidas por Duterte en su país que, según varias organizaciones, atentan contra los Derechos Humanos.
Frente a este anuncio de la Casa Blanca, el presidente de Filipinas advirtió a Obama, en una rueda de prensa, que no se deberían tocar estos temas delicados y además atacó a su gobierno.
“Tenemos que ser respetuosos. No se limite a dudar en todas las cuestiones y luego a hacer comunicados de prensa. Hijo de puta, voy a traerle infelicidad en este foro”, dijo Duterte en la rueda de prensa.
En el pasado, el gobierno de Estados Unidos ha emitido duros comentarios en contra de Duterte por su política de guerra contra las drogas. Asimismo, la Iglesia Católica y varias organizaciones de Derechos Humanos han acusado a Duterte de cometer crímenes de lesa humanidad en la aplicación de sus políticas, que le han quitado la vida a más de 2.400 personas.
Frente a estas acusaciones, el líder de Filipinas prometió este lunes que el “baño de sangre” continuará hasta que logre el objetivo de erradicar las drogas ilegales en su país.
“Más personas van a ser asesinadas. Vamos a matar a varios hasta que no quede ni un criminal en las calles. Hasta que el último fabricante de drogas esté muerto, no vamos a parar”, dijo Duterte.
“No me importa si a alguien le molesta mi comportamiento”, espetó el presidente de Filipinas.
Fuente: CNN