El presidente colombiano Gustavo Petro se ve en la necesidad de acudir a consultores para mejorar su imagen ante el gobierno de Estados Unidos. Por estos servicios, enfocados en “promover los intereses del gobierno de Colombia en EE. UU.”, el mandatario de izquierda está pagando la suma de 45000 dólares mensuales. Es decir, más de 175 millones de pesos colombianos. O visto es otra manera, unos 135 salarios mínimos a la cotización actual del país sudamericano.
A partir del 1 de septiembre de este año hasta el 31 de agosto de 2024, FGS Global, empresa de relaciones públicas formada en 2021, desempeñará tareas de asesoría “en temas de comunicaciones estratégicas” para la Administración colombiana, según el acuerdo hecho entre ambas partes y divulgado por Joshua Goodman, periodista de la agencia The Associated Press.
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La revelación llega en momentos complicados para Petro. Entre propuestas de reformas impopulares, el escándalo alrededor de su hijo Nicolás Petro en relación con “dinero sucio” destinado a su campaña presidencial y su evidente cercanía con dictaduras latinoamericanas, el presidente izquierdista no ha tenido respiro. Todas sus promesas de campaña se han ido desmoronando mientras que se fortalecen grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las “disidencias” de las FARC, y al mismo tiempo aumentan las exportaciones de cocaína a tal magnitud que amenazan con superar las de petróleo.
Nada va bien con la gestión del presidente y eso coincide con que contrate un servicio de consultoría para lavar su imagen ante EE. UU.
The Petro administration is spending $540,000 ($45k/month) to hire a PR firm to “advance the Government of Colombia’s interests in the U.S.”
Registering as Colombia’s lobbyist for @fgs_global is an ex aide to @SenatorMenendez, chairman of the Senate Foreign Relations Committee. pic.twitter.com/CnRoF0Bdnb
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) September 18, 2023
Contratista independiente
La persona que prestará estos de servicios de consultoría a favor de Petro sería un exayudante de Robert “Bob” Menéndez, un senador demócrata quien además se desempeña como presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta. La contratación, de acuerdo con el texto, se habría hecho a través de la Embajada de Colombia en Estados Unidos, con la posterior aclaración de parte de FGS Global respecto a que “el consultor es un contratista independiente y no es un empleado o socio del gobierno colombiano”.
Este tipo de estrategia no es nueva. Sean gobiernos o empresas, apelan a ésta cuando se trata de mejorar su imagen o lograr objetivos a su favor. Inclusive Apple lo hizo en el año 2021 para suavizar una ley que prohibía la importación de productos fabricados con trabajo forzado uigur. Aunque ambos casos difieren en sus propósitos, tienen en común el mismo objetivo: usar el cabildeo para su beneficio.
Que el gobierno de Petro contrate estos servicios también remite de cierta manera a las intenciones que tuvo la dictadura venezolana años atrás al pagar por cabildeo al excongresista David Rivera. La intención, era generar simpatías con el gobierno del entonces presidente Donald Trump y poner fin a las sanciones económicas, vigentes desde 2017. Sin embargo, este caso en particular fracasó. Rivera fue acusado de ocho cargos relacionados a lavado de dinero y al hecho de que nunca se registró como agente extranjero. La suma del contrato habría sido de unos 50 millones de dólares, de los cuales se pagaron 15.
A pesar de que las formas varían, el fondo es muy similar con la consultoría que contrató Petro: agradar al gobierno de EE. UU. justo cuando parece tener el agua al cuello, debido a escándalos relacionados con corrupción dentro de su gabinete, su amistad con dictadores de la región y su afinidad hacia grupos guerrilleros.