El fútbol español atraviesa horas incómodas y escandalosas. El motivo es que con la final del mundial femenino organizado por la FIFA se desencadenó una polémica de enormes dimensiones, debido a la conducta de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cuando las jugadoras de la selección que dirige recibían sus condecoraciones, tras consagrase ganadoras frente al equipo de Inglaterra.
Un beso en la boca fue el catalizador de todo. Rubiales decidió que era buena idea besar a la futbolista Jenni Hermoso y las imágenes pronto se viralizaron. Este acto, sin consentimiento de acuerdo con la jugadora, se convirtió en una verdadera tormenta de la que el presidente de la RFEF trata de defenderse sin éxito. La presión mediática se volvió implacable y la más reciente rueda de prensa que ofreció, sólo empeoró las cosas.
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Del problema han surgido diferentes aristas que van desde el terreno deportivo, hasta la política con tintes ideológicos, sin dejar de mencionar anteriores casos de corrupción alrededor de Rubiales. En paralelo, la RFEF buscó aliviar las críticas poniendo en boca de Hermoso palabras que nunca dijo y con las cuales trataron de indicar que “fue un gesto mutuo”. Debido a la complejidad del caso, estas son cinco claves para entender qué ocurre tras el beso que Rubiales le dio a la futbolista Jenni Hermoso sin su permiso.
1. Todo comenzó con un “piquito”
Todo iba más que bien para la selección española de fútbol tras vencer 1-0 a Inglaterra y llevarse el trofeo del mundial, hasta que en lugar de una felicitación normal, el presidente de la RFEF agarró el rostro de la jugadora Jenni Hermoso y la forzó a darle un beso en la boca. A su lado estaba nada menos que la reina consorte Letizia Ortiz y su hija, Sofía.
Luego aseveró que le preguntó a Hermoso si estaba bien darle “un piquito” y ella, supuestamente, respondió estar de acuerdo. Durante una Asamblea Extraordinaria de la Federación, Rubiales insistió con que el beso fue “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”. Pero nada menos cierto que eso.
🇪🇸 #RubialesDimisión es el hashtag que se viralizó luego ante el beso sin consentimiento que el presidente de la Federación de Fútbol de España, Luis Rubiales, le dio a Jenni Hermoso.pic.twitter.com/jaMKLJ2Zge
— Fútbol y Política (@FutboliPolitica) August 21, 2023
2. Renuncias y comunicado falso
A raíz de la molestia generalizada, las 23 jugadoras de la selección renunciaron a través de un comunicado difundido por su asociación FutPro. Aseguran que “no volverán a una convocatoria de la Selección si continúan los actuales dirigentes”. Además, llegaron gestos de solidaridad, como el pedido del sindicato mundial FIFPRO al Gobierno español para que inhabiliten a Rubiales. Por su parte, Borja Iglesias Quintás, un futbolista de primera división renunció a la selección nacional.
Es que además, la RFEF emitió un “comunicado” en el que inventó declaraciones de Hermoso: “Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación”, cita parte del texto. Lo cual resultó ser falso para mayor indignación de las jugadoras y la opinión pública. La deportista luego reveló que la Federación la presionó a ella, sus amigos y familiares “para que diera un testimonio que poco o nada tenía que ver con mis sensaciones”.
Comunicado Oficial. Agosto 25, 2023. pic.twitter.com/4OqhqwwJ8P
— Jenn1 Hermos0 (@Jennihermoso) August 25, 2023
3. El insólito discurso de Rubiales
La Asamblea Extraordinaria de la Federación celebrada este 25 de agosto también sirvió a Rubiales para negarse al pedido colectivo. “¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!”, repitió unas cinco veces. Además, también hay críticas contra los seleccionadores Luis de la Fuente (absoluta masculina), Jorge Vilda (Absoluta femenina) y Fede Vidal (fútbol sala) por haberlo aplaudido. Había hasta 75 asambleístas presentes en el salón Luis Aragonés.
“Pido disculpas por el contexto en el que se produjo el beso pero era consentido. Me equivoqué pero no es suficiente para sufrir la cacería que estoy sufriendo”, aseveró el presidente de la RFEF. Él trata de aferrarse a un discurso antifeminista ya que culpa a colectivos de izquierda por la marea de críticas.
4. Caso con tinte político
Luis Rubiales asegura que es “víctima del falso feminismo” y anunció medidas legales contra las socialistas Irene Montero, ministra de Igualdad de España; Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y Yolanda Díaz, vicepresidente del Gobierno español. La razón, es que ellas sugieren que el presidente de la RFEF cometió un delito.
Sin embargo, al aferrarse a un discurso antifeminista, Rubiales no hace más que perjudicar a las voces conservadoras que están contra esta agenda ideológica, ya que el beso que dio a Hermoso resulta injustificable desde el punto de vista moral y ético. Su argumento se vuelve aún más inválido debido a que el Gobierno socialista de Pedro Sánchez lo habría mantenido en el cargo tras otros escándalos para ejercer de “contrapeso” de Javier Tebas, presidente de LaLiga y seguidor del partido político Vox, reveló Esteban Urreiztieta, subdirector del diario El Mundo. De manera que también salen a flote posibles complicidades de Rubiales con la izquierda española.
El Gobierno de Sánchez justificaba en privado que, a pesar del rosario de escándalos, necesitaba a Rubiales para ejercer de “contrapeso” de Javier Tebas para que “el fútbol español no recaiga en sus manos”. Por eso encubrió sus fechorías y él cultivó una estrecha relación… https://t.co/vATozHGrDy
— Esteban Urreiztieta (@eurreiztieta) August 25, 2023
5. Precedentes similares
El escándalo de Luis Rubiales resuena todavía más porque su perfil está plagado de controversias. El año pasado Juan Rubiales, tío y exjefe de Gabinete del presidente de la RFEF reveló que este hizo una orgía con “ocho a diez mujeres” en un chalet ubicado en Salobreña y disfrazado de reunión de trabajo, usando dinero de la Federación.
Otro caso fue el traslado de la Supercopa de España a Arabia, negociado con el futbolista Gerard Piqué a cambio de una comisión millonaria. La RFEF se embolsilló unos 40 millones de euros por cada edición del torneo, un entramado que la Fiscalía Anticorrupción española todavía investiga. En consecuencia, el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso parece ser la punta de un iceberg mucho más profundo y complejo dentro del fútbol del país europeo.