Nuevamente el expresidente republicano Donald Trump se presenta ante un juzgado estadounidense por cargos en su contra. Se trata de una historia que el sistema judicial estadounidense pretende extender a medida que emiten más acusaciones contra el exmandatario. A estas alturas, cualquier motivo parece válido para volverlo sospechoso.
Los primeros 34 casos llegaron con la investigación alrededor de pagos supuestamente hechos a la actriz porno Stormy Daniels, luego se sumaron 37 más por el manejo de documentos clasificados y en menos de una semana, llegaron siete cargos más. Mientras tanto, el también candidato a la nominación republicana reafirma que este bulto de acusaciones tienen el único objetivo de obstaculizar su participación en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
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Trump no es el único que sospecha de esta movida judicial. En su equipo legal notaron las ansias del fiscal especial Jack Smith para que se realice un “juicio rápido” previo a las elecciones. “La conclusión es que tienen a 60 agentes federales trabajando en esto, 60 abogados, todo tipo de personal gubernamental, y recibimos esta acusación y quieren ir a juicio en 90 días. ¿Eso parece justicia?”, fueron las palabras del abogado John Lauro, durante una entrevista con NBC. No es extraño que califique ese lapso de tiempo como “absurdo”. Por eso pone sobre la mesa la siguiente pregunta:
“¿Por qué quieren hacer eso? Si quieres buscar justicia, entonces debes ofrecerle al presidente Trump la oportunidad de obtener todas las pruebas y comprender cuáles son los hechos”.
Biden esperaba las acusaciones
Lo cierto es que a medida que pasan los días surgen más dudas y sospechas por el ensañamiento de la Justicia estadounidense contra el expresidente, justo cuando las encuestas lo ubican como amplio favorito para enfrentarse a Joe Biden en las elecciones del próximo año. El propio Trump lo mencionó a través de Truth Social: “¿Por qué no hicieron esto hace 2,5 años?”, expresó.
Presuntamente, desde el año pasado había intenciones en la Casa Blanca para que el fiscal general Merrick Garland se afincara contra el exmandatario. Un informe de New York Times retrató entonces que Joe Biden había transmitido a su círculo íntimo su percepción de que el empresario neoyorkino “era una amenaza para la democracia y debería ser procesado”.
“Y aunque el presidente nunca ha comunicado sus frustraciones directamente al Sr. Garland, ha dicho en privado que quería que este actuara menos como un juez pesado y más como un fiscal que está dispuesto a tomar medidas decisivas sobre los eventos del 6 de enero”, se lee en la investigación. Casualidad o no, los últimos cargos contra Trump están relacionados con supuestos intentos de revertir el resultado de las elecciones de 2020.
Las notas secretas de Pence
Por otro lado, detalles de notas que se mantenían en privado del exvicepresidente Mike Pence salieron a la luz. Según la acusación, en esos textos se plasmaría que Trump “trató de reclutar al vicepresidente para que usara su papel ceremonial en la certificación y así alterar de manera fraudulenta los resultados de las elecciones”.
El fiscal especial Jack Smith agregó que durante una llamada en diciembre de 2020 el expresidente cambió la conversación y los deseos de Feliz Navidad de Pence por “su solicitud de que el vicepresidente rechazara los votos electorales” del 6 de enero. Sin embargo, no todo lo que Smith dice es bien recibido por los seguidores del exmandatario republicano, ni por su equipo legal.
Es que el fiscal que lleva las acusaciones contra Trump tiene en su haber una estrecha relación con el Partido Demócrata ya que su esposa, Katy Chevigny, donó fondos a la campaña de Joe Biden, sumado a que dirigió un documental sobre Michelle Obama llamado “Becoming”. A todo eso, hay que añadirle que la magistrada Moxila Upadhyaya, nominada durante el periodo de Barack Obama, quedó designada para leer los nuevos cargos contra Trump.
En paralelo, durante una conversación privada, el propio Obama decidió advertir a Biden sobre “las fortalezas políticas” de su oponente republicano, según una primicia de The Washington Post.
“Former president Barack Obama, at a private lunch with President Biden earlier this summer, voiced concern about Donald Trump’s political strengths, underlining his worry that Trump could be a more formidable candidate than many Democrats realize.” https://t.co/lUotuKdzIg
— Dori Toribio (@DoriToribio) August 2, 2023