León Fredy Muñoz, embajador colombiano en Nicaragua, será investigado por la justicia de su país debido a su presencia en una marcha sandinista y los elogios que lanzó al dictador Daniel Ortega. Haber calificado de “maravillosa” la reciente convocatoria para celebrar el derrocamiento hace 44 años de Anastasio Somoza Debayle, podría salirle caro al funcionario del presidente Gustavo Petro.
No solo vanaglorió la gestión del dictador Ortega, sino que asistió a la marcha ataviado con una gorra y un paño en el cuello, alusivos al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), lo cual hizo mucho ruido en la comunidad internacional, porque con tales gestos ignoró que el régimen del país centroamericano está acusado de crímenes de lesa humanidad y persecución contra disidentes, periodistas y líderes religiosos.
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La decisión de la Procuraduría General de la Nación ha sido iniciar una investigación disciplinaria. “De igual manera, el organismo de control investigará las circunstancias de tiempo, modo y lugar de las declaraciones que hizo el señor Muñoz Lopera, en las que manifestó que es ’embajador desde el 30 de septiembre y es un pueblo alegre, bonito, amable y sobre todo convencido de su revolución. Estoy gratamente sorprendido’”, señala un comunicado de la Procuraduría.
“Debería pedir la nacionalidad nicaragüense”
El embajador León Fredy Muñoz buscó por sí mismo estar bajo la lupa con su polémica aparición en el acto del sandinismo. A partir del extracto de sus declaraciones, que se hizo viral en redes sociales, comenzó un aluvión de críticas. Por ejemplo, desde el Partido Conservador colombiano incluso lo instaron “a pedir la nacionalidad nicaragüense”.
“Nicaragua ha perseguido a líderes religiosos, ha encarcelado a líderes políticos, persigue la oposición, no entendemos qué ha sucedido al interior de la Cancillería, no hay profesionalismo, se terminó la meritocracia”, aseveró por su parte el senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical.
Todo lo anterior desembocó en acciones del gabinete de Petro, urgido de contener las reacciones por el evidente gesto de simpatía que tuvo el embajador colombiano con Daniel Ortega. De manera que el canciller Álvaro Leyva le solicitó presentarse en Bogotá para rendir cuentas. Tampoco sería el primer escándalo de Muñoz, considerando que en 2018 le hallaron 146 gramos de cocaína en un vuelo de Bogotá a Medellín, sumado a varios procesos legales abiertos.