El chiste se cuenta solo. Nicolás Maduro invitó a grupos integrantes del Foro de São Paulo como “veedores” del fraude electoral convocado para el 6 de diciembre.
Dichos grupos serían, según Maduro, “movimientos sociales, políticos, intelectuales, partidos e instituciones científicas” vinculadas al movimiento de izquierda. Recordemos que el Foro de São Paulo fue fundado en 1990 por el Partido de los Trabajadores de Brasil junto con el Partido Comunista de Cuba, como única organización miembro del foro en funciones de gobierno.
El irónico anuncio suma una irregularidad más a los ya cuestionados comicios en los que no participará la oposición. Gran parte de la comunidad internacional ha adelantado que no reconocerá esta elección.
“Vengan a Venezuela a acompañar al pueblo en esta tremenda victoria democrática y de paz”, fueron las palabras del dictador venezolano.
Organizaciones como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, han participado en algunos de los foros anuales que realiza esta coalición de izquierda, según reseña la BBC.
El papelazo de la misión europea
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, había “intentado” generar condiciones mínimas para las elecciones parlamentarias pero esfuerzos fracasaron.
El representante de la UE mostraba desde hace meses la intención de dar una apariencia democrática a las elecciones en Venezuela y en esa insistencia, envió una comisión a Caracas a pedir “condiciones mínimas”. Sin embargo, Maduro no aceptó la condición de aplazarlas seis meses los comicios.
Líderes iberoamericanos alertaron sobre esta acción que solo buscaba lavarle la cara a Maduro frente a las graves acusaciones de crímenes de lesa humanidad ejecutados por la dictadura chavista. Así lo señaló la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su más reciente informe sobre Venezuela.
Días después, Borrell dijo ante el Parlamento Europeo que las negociaciones con Maduro tenían el visto bueno del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó y del G4 (los cuatro principales partidos de oposición).
Complicidad del CNE
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha estado históricamente al servicio del régimen. Habría que agregar que las nuevas autoridades fueron elegidas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), cuando la elección corresponde a la Asamblea Nacional, actualmente en manos de la oposición. La historia se repite con el TSJ, que fue conformado violando los procesos establecidos en la Constitución.
Han saltado otras irregularidades, como el aumento de curules para el próximo periodo legislativo (de 167 a 277). Una decisión contraria a lo previsto en el artículo 186 de la Carta Magna, que establece una base de 1,1 % de los habitantes del país, según explicó El Diario en una nota que además enumera otras incongruencias en la convocatoria.
El último acto de complicidad del CNE ocurrió este jueves, cuando aprobó una reforma al Reglamento que incluye figuras de “veeduría” nacional e internacional. El cambio significa una sustitución de la terminología utilizada hasta este momento. Una terminología que Maduro usó horas después para validar la invitación a sus colegas de izquierda.