La recreación de la quema y muerte de Judas, tradición del domingo de Semana Santa en Venezuela, contó en esta oportunidad con un apostol traidor que tenía cuatro cabezas, una suerte de Hidra de Lerna, que refleja los rostros que causan mayor desdén en la política del país caribeño, especialmente esos que integran el chavismo. El monigote, en esta oportunidad, contó con varias caras conocidas. Sin embargo, la que sobresalió fue la de Tareck El Aissami, quien renunció a su cargo como ministro de Petróleo a mediados de marzo, luego de que se revelará un escándalo de corrupción en Pdvsa.
Además de cargar contra El Aissami, cuya cofradía de amigos y socios cercanos también está siendo investigada por una cantidad importante de crímines que mancillaron el porvenir de la compañía petrolera, los caraqueños también aprovecharon la ocasión para también incinerar en conjunto las imágenes de Nicolás Maduro, del ministro de Defensa del chavismo, Vladimir Padrino López, y de la alcaldesa de la capital, Carmen Meléndez.
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La quema de Judas, en la que cada Domingo de Resurrección incineran muñecos que representan a personajes acusados de traición, sirvió para que los vecinos de la comunidad de La Candelaria, en el oeste de Caracas, protestaran en contra de la corrupción, que en estos últimos años ha rayado en el descaro, dentro de las instituciones que tiene a su servicio el chavismo.
#9Abr | Vecinos de La Candelaria, en Caracas, realizaron la quema de Judas con los rostros de Nicolás Maduro, Tareck El Aissami, Padrino López y Carmen Meléndez, para rechazar la corrupción en Venezuela.
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— El Diario (@eldiario) April 9, 2023
Por ahora, el otrora titular de la cartera de Petróleo cayó en desgracia y tuvo que dejar su puesto, al iniciarse una investigación en su contra, por parte de la denominada Policía Anticorrupción, organismo al servicio de Maduro y sus secuaces más cercanos. El mecionado “tentáculo” de seguridad el chavismo emitió un comunicado en el que solicitó la judicialización de un número indeterminado de ciudadanos que “ejercían funciones en el Poder Judicial, en la industria petrolera y en algunas alcaldías”.
La renuncia de El Aissami se produjo tres días después de esta solicitud y, hasta el momento, asciende a 51 el número de funcionarios detenidos por su presunta implicación en estas tramas de corrupción, que involucran a la estatal petrolera Pdvsa y otras entidades del Estado.