El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tuvo su primer town hall o cabildo abierto desde que asumió el cargo. Como era de esperarse, en su discurso resaltó puntos que fueron centros de polémica, específicamente cuando esbozó la posibilidad de poner fin a las condenas en prisión por delitos de drogas.
Durante la transmisión que se realizó desde Milwaukee, el mandatario estadounidense fue cuestionado por uno de los asistentes que apoya el “desfinanciamiento” a la Policía. En concreto se trató del pastor Dannie Evans, miembro del Grupo de Trabajo sobre Disparidad Racial del estado de Wisconsin, quien le increpó sobre cómo planea continuar asegurándose de que dicho organismo reciba los recursos que necesita mientras se inicia una reforma significativa.
Biden abrió su intervención diciendo que esto se haría “al no quitarle fondos a la policía”. El demócrata agregó también que, por el contrario, debería inyectarse “más dinero” en los departamentos de policía “para que tengamos una vigilancia comunitaria legítima”, informa Reuters.
El discurso que da en este momento choca de frente con el emulado por el entonces candidato presidencial en julio del año pasado, quien cuando se le preguntó sobre si creía necesario redirigir fondos de los departamentos de la policía, respondió que «absolutamente sí».
Aunque Biden no dijo que estaba de acuerdo con la desfinanciación policial de manera directa, se sabe que miembros del partido al que pertenece sí lo han estado. A su vez, él mismo, mediante su campaña, se ha solidarizado con las preocupaciones de los líderes del lema «Defund the police».
"No one should go to jail for a drug offense. No one should go to jail for the use of a drug" — Biden pic.twitter.com/ExxAQLlagD
— Aaron Rupar (@atrupar) February 17, 2021
¿El fin de los arrestos por drogas?
A su vez, el presidente estadounidense tocó el tema de las drogas aprovechando esta pregunta. Al respecto, comentó que quiere ver las leyes de Estados Unidos “en una situación en la que cambiemos la legislación. Nadie debería ir a la cárcel por un delito relacionado con las drogas (…) Nadie debería ir a la cárcel por el uso de una droga. Deberían ir a rehabilitación de drogas”.
El sistema de sentencias debe cambiarse a uno que se centre en asegurarse de que haya planes de rehabilitación para los delincuentes en general, dijo Biden en declaraciones recogidas por The Washington Examiner. En ese orden, agregó que los sistemas penitenciarios deben tener acceso a programas vocacionales que ayuden a quienes están tras las rejas a aprender las habilidades profesionales que necesitan para tener éxito fuera de prisión.
Esta respuesta por demás tibia ante un problema que carcome de a poco a la sociedad estadounidense es un punto sensible en el pasado y presente de Joe Biden. Cada vez que se menciona el tema del abuso de drogas es inevitable pensar en su hijo menor Hunter Biden, de 51 años, quien ha tenido un camino marcado por los desencuentros respecto al abuso de sustancias ilícitas.
Hunter Biden comenzó a abusar del alcohol y consumió cocaína por primera vez mientras estudiaba en la Universidad de Georgetown. En 2014, dio positivo de cocaína en la Reserva Naval estadounidense. De la misma forma, en 2019 le apuntaron con un revólver en la cabeza en Los Ángeles, cuando le preguntó a una persona que vivía en la calle dónde podía comprar crack, revela Mdzol.
Eso explica, en cierto modo, la docilidad con la que Joe Biden pretende abordar un tema tan espinoso que al ser mencionado se asocia a su hijo Hunter, quien es catalogado por los medios como el principal dolor de cabeza del presidente norteamericano, no solo por su senda de excesos con las drogas, sino también por la serie de negocios opacos y nexos que se le atribuyen con empresas chinas y también rusas.