República Dominicana ya no reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Su tiempo acabó el pasado 5 de enero, cuando terminó también su mandato como presidente de la Asamblea Nacional. Así lo considera el canciller de dicho país, Roberto Álvarez.
El titular de la cartera de Relaciones Exteriores explica que República Dominicana no reconoce a Guaidó porque “eso sería sentar un precedente funesto hacia el futuro”, según una entrevista publicada en Listín Diario.
De la misma forma, Álvarez responde la interrogante sobre el reconocimiento al parlamento chavista que resultó de las elecciones fraudulentas del 6 de diciembre. La respuesta va por la misma senda: su país no reconoce estos comicios, al igual que el grueso de la comunidad internacional, por considerar que carecieron de garantías democráticas.
Vuelve el ruido del diálogo
De la intervención de Álvarez se desprendió un tema que cada vez que se trae a la mesa, incomoda a la coalición opositora y también a la ciudadanía en general: la posibilidad de un diálogo.
Al respecto, el canciller dominicano comentó que “en el caso de Venezuela creemos (que) se necesita una negociación con el régimen. Aunque no te guste Maduro, es el interlocutor, para negociar se necesitan dos partes”.
Esta respuesta llega pocos días después de que el excandidato presidencial, Henrique Capriles, hablara de activar una vía de negociación. El dirigente, quien ha sido señalado de fracturar a la oposición con sus declaraciones encaminadas a “moderar” las formas de sitiar al régimen, instó a la oposición a reevaluar su estrategia y sentarse en una mesa de negociaciones con el chavismo en el poder.
“El mundo libre (…) insta a una solución política negociada. Yo sí creo que hay que construir ese proceso de negociación”, relató Capriles en una reseña de Infobae.
Sus declaraciones no dejan dudas: Capriles pide diálogo. La estrategia, al repasar sus palabras con cuidado están enfocadas en medirse electoralmente contra los personeros del chavismo. Claramente el interinato no apoya esto y opta por el cobijo de las sanciones de Estados Unidos.
Venezuela tiene este año elecciones de gobernadores y alcaldes. Durante su intervención este lunes, Capriles pidió acudir si se acuerdan “condiciones mínimas” vía negociación.
No es la primera vez que el político opositor mueve su discurso al terreno electoral. Capriles promovió –sin éxito alguno– observación de la Unión Europea en el fraude electoral de diciembre. Un fracaso total. No se descarta que en esta ocasión ocurra lo mismo.