El nominado por Joe Biden para secretario de Estado, Antony Blinken, ya tiene en la mesa varias propuestas en materia internacional que serán parte de las políticas que manejará la administración demócrata respecto a Venezuela.
Su intervención frente al Comité de Relaciones Exteriores del Senado fue certera en ese aspecto y la robusteció con una particular frase: “Maduro es un dictador brutal”. Adicionalmente, Blinken aclaró varias dudas en torno a la posición que asumiría la nueva administración estadounidense con el Gobierno interino. En este caso, reconoció a Juan Guaidó como representante de Venezuela.
Sin embargo, este reconocimiento tampoco asegura un terreno fértil para dichas relaciones. Blinken, al ser cuestionado por el senador republicano Marco Rubio especificó que el gobierno de Biden intentará “dirigir más eficazmente” las sanciones a Venezuela.
Aseguró que también se enfocará en buscar más asistencia humanitaria para el pueblo venezolano. Un planteamiento recurrente por el éxodo masivo que existe debido a la crisis humanitaria que marca no solo a dicho territorio, sino también a las naciones aledañas.
Por lo tanto, el nominado de Biden agregó: “Creo que hay más que debemos tratar de hacer en términos de asistencia humanitaria, dado el tremendo sufrimiento del pueblo venezolano, así como ayudar a algunos de los países vecinos que han soportado la mayor parte de los refugiados de Venezuela”.
Transcripto de comentarios de @ABlinken sobre politica hacia Venezuela. Fue en respuesta a comentario de @marcorubio sobre si estaria dispuesto abandonar apoyo a Juan Guaido y negociar con @NicolasMaduro pic.twitter.com/nVOpEVEo49
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) January 19, 2021
Estas declaraciones de Blinken vienen como respuesta a un panorama que también es frustrante: Maduro, a pesar de las duras sanciones de Estados Unidos, sigue atornillado en el poder. Ante este escenario, Blinken agregó que la administración de Biden analizará nuevas medidas para lograr la libertad en Venezuela. En otras palabras: “Necesitamos una política efectiva que permita restaurar la democracia en Venezuela con elecciones libres y justas”.
A grandes rasgos, el demócrata esbozó un par de posibilidades que podrían manejarse para sitiar al régimen de Maduro una vez que Joe Biden asuma la presidencia de Estados Unidos, este miércoles 20 de enero.
Al respecto, aclaró que hay varios aspectos a considerar para llevar a cabo nuevas acciones, entre ellos se refirió a “una mejor y más fuerte coordinación y cooperación con países afines. Tal vez debamos estudiar la forma de orientar más eficazmente las sanciones que tenemos para que los habilitadores del régimen sientan realmente el impacto de esas sanciones”.
A pesar de ser comedido al hablar de la ineficacia del interinato tras dos años de gestión y el apoyo de la comunidad internacional, el nominado a la Secretaría de Estado aprovechó la intervención para aclarar que en la Casa Blanca se mantendrá “el reconocimiento al presidente Guaidó y a la Asamblea Nacional democráticamente electa en 2015 como la única institución legítima en Venezuela, buscando aumentar la presión sobre un régimen liderado por un dictador brutal como lo es Maduro”.