Las inconsistencias dentro de la llamada “consulta popular” en Venezuela, impulsada por el presidente interino, Juan Guaidó, son cada vez más palpables. Quedan varias interrogantes a develar sobre esta votación que se extenderá por una semana, tras el anuncio hecho por el Centro de Comunicación Nacional de la Presidencia sobre las fechas del proceso y como se llevará a cabo.
Hoy se observan muchos grises en esta suerte de evento electoral que se percibe como un termómetro para medir la confianza que existe hacia la oposición venezolana. Entre lo más particular resalta el uso de un paso inédito en la historia venezolana: la implementación de la votación digital.
Dicho método, ahora armado por el comité organizador de la consulta popular, trae consigo ciertos modos de abordaje que al ser estudiados con rigurosidad, dan la impresión de quitarle la seriedad que amerita esta estrategia de lucha implementada por la coalición que adversa al régimen venezolano.
Una fuente reveló al Panam Post que la votación virtual (a activarse desde el 5 al 12 de diciembre) se implementará a través de Facebook, Whatsapp y vía web. La opción de una posible aplicación que permita al usuario acceder y registrar su respuesta al sufragio también podría implementarse de manera complementaria.
Esta nueva información que sale a la luz, se suma a los otros ítems que dejan en duda al proceso para que pueda ser visto como válido ante la ciudadanía venezolana, que es cada vez más escéptica a los cambios de Gobierno que puedan gestarse lejos de la vía pacífica.
Las preguntas de la consulta: un posible e incómodo cambio de último minuto
La votación virtual viene a sumarse al castillo de naipes que se ha convertido llevar a cabo la consulta popular. Otras interrogantes que también abonan el camino es el presupuesto para esta actividad y la modificación de las preguntas, que deben ser aprobadas por la Asamblea Nacional.
De acuerdo con Blanca Rosa Mármol de León, miembro del comité organizador de la consulta popular, existe la posibilidad de definir nuevas preguntas. No obstante, se mantienen varias opiniones sobre la mesa antes de hacer un cambio que revista nuevamente una consulta y aprobación por parte de la Asamblea Nacional, cuando resta menos de un mes.
El sentido de las preguntas que se plantearán a la ciudadanía no distan mucho de las discutidas el 16 de julio de 2017, cuando se le solicitó a los venezolanos que manifestaran su rechazo o apoyo a la Constituyente de Nicolás Maduro.
Sin embargo, los representantes del comité se empeñan en hablar de una diferencia en ciertas circunstancias que hacen pertinentes estos planteamientos:
- ¿Apoya usted todos los mecanismos de presión nacional e internacional para que en el marco de la Constitución se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, se ponga fin al régimen usurpador de Nicolás Maduro Moros, se salvaguarde al pueblo de Venezuela de la crisis humanitaria, la migración forzosa y los crímenes de lesa humanidad y así se garanticen la paz, el bienestar y el progreso de los venezolanos?
- ¿Rechaza usted el evento convocado por la dictadura de Nicolás Maduro Moros para el 6D, o para cualquier otra fecha, mientras no existan condiciones para elecciones libres, justas y verificables y solicita a la comunidad internacional el desconocimiento de sus resultados?
El presupuesto, la pieza que falta por explicar
El cuestionamiento que también sigue sin respuesta es el origen de los fondos que serán destinados para armar el aparataje que permita ejecutar la consulta popular. Algunos referentes del comité organizador tratan de explicar con pronunciamientos comedidos este tema que se ha vuelto espinoso.
Mármol de León, al ser consultada por El Pitazo, también se refirió a este tópico. Al respecto, señaló que se presentará un informe escrito por los miembros Horacio Medina e Isabel Pereira para ser discutido.
La fecha para la presentación de este documento también queda como una incógnita.
En las declaraciones, a su vez, quedó un señalamiento presente y es que los miembros del comité no han recibido “ni un dólar” hasta el momento y que por ahora trabajan en aras de garantizar la transparencia del proceso.
En intervenciones anteriores, Guaidó se refirió al financiamiento de la consulta. Dijo que «tendremos que buscar apoyo para poder ejecutarla y que se exprese el pueblo de Venezuela”, al igual que lo hizo en 2017.
Más allá de esta suerte de mensaje encriptado con respecto a los recursos para la consulta popular, también queda otra pregunta sin responder: ¿Cuál es el origen de ese capital para armar la logística?
Mientras se responden estas interrogantes, Guaidó ya juramentó su comando de campaña denominado “Venezuela alza la voz”, para promover la participación en la consulta.
Sumado a ello, el líder de la coalición opositora también anunció la instalación de los «Comandos Regionales por la Libertad y Elecciones Libres». El objetivo de estos es “rechazar el fraude, convocar la participación en la consulta y acompañar la protesta de cada uno de los sectores del país”.