El nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, llegó a dirigir esta entidad financiera enfocado en la generación de empleos que activen el aparato económico devastado por la pandemia del COVID-19. Su principal propuesta es aumentar los préstamos anuales de 12 000 millones de dólares a 20 000 millones.
Claver-Carone, hombre de confianza del presidente Donald Trump y primer estadounidense en ocupar este puesto, inició el 1 de octubre su periodo de 5 años como jefe del banco con una línea clara de combate contra la pandemia del COVID-19: el incremento del poder crediticio del BID.
La propuesta se enfoca en buscar un aumento de capital que permita que los préstamos anuales crezcan de 12 000 millones de dólares a 20 000 millones. El objetivo de esta iniciativa es ayudar a los países a superar la pandemia y abordar los problemas económicos a largo plazo, indica una nota de prensa del BID.
Tras tomar posesión del cargo, se fijó como línea el fortalecimiento de lazos con el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras organizaciones, para crear plataformas nacionales conjuntas y coordinar esfuerzos para ayudar a la región.
Es evidente que el continente americano ha sido vapuleado económicamente a causa del confinamiento. Las cuarentenas han sido la medida tomada por los gobiernos para tratar de prevenir la propagación del COVID-19, al tiempo que se desarrolla una vacuna para este virus que ya ha contagiado a más de 34 millones de personas en el mundo.
Pactos con el FMI y el BM
Las disposiciones de Claver-Carone de pactar con estas entidades financieras se materializaron en una reunión llevada a cabo este viernes. En el encuentro virtual participaron el jefe del BM, David Malpass y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, según reseña EFE. Allí, abordaron la posibilidad de crear de manera conjunta plataformas nacionales, una iniciativa propuesta por el G-20 que, con este cambio en el BID, toma mayor consistencia. Esta acción “maximizaría las contribuciones de los socios del desarrollo como grupo para cada país, incluyendo una mejor coordinación y esfuerzos fortalecidos para movilizar la inversión del sector privado”.
Hombre cercano a Trump y promotor de la integración
Mauricio Claver-Carone figuró como uno de los asesores del presidente Donald Trump hasta asumir su cargo al frente del BID. Este abogado es también conocido por ser una de las voces de confianza del mandatario estadounidense durante los últimos dos años. Señaló que la alta exposición a los desastres naturales de los países del Caribe, sumado a su poca diversificación económica, dependencia del turismo y las remesas, suponen desafíos que deben superarse.
Con la propuesta en mente de ampliar la capacidad crediticia para favorecer a las pequeñas y medianas empresas, Claver-Carone indicó a EFE que “simplemente necesitan las personas de Centroamérica y el Caribe son oportunidades en sus países. Tener libertad de innovación, una burocracia ágil y, en esto sí podemos ayudar, el acceso a financiamiento”.
Con la pandemia del coronavirus, la entidad busca sacar provecho y nutrir a las empresas para que hagan frente al revés económico que ha causado esta enfermedad. Efectivamente, el daño económico ha sido significativo, al igual que la cantidad de muertes en el mundo, cifra que ya sobrepasa el millón de personas.