La agenda del presidente electo es bastante movida. Hoy tuvo que interrumpir una entrevista, porque al teléfono estaba el papa Francisco. Sin embargo, entre reuniones en Olivos y actividades con sus equipos técnicos, Javier Milei cumplió su palabra y fue al estudio de Neura para realizar la entrevista que le había prometido a Alejandro Fantino.
-Te dije que iba a venir.
-Pero no estamos acostumbrados a que los políticos cumplan con su palabra.
-Bueno, es un buen momento para empezar a respetar el valor de la palabra.
Luego de una introducción, donde el conductor le dijo que le resultaría raro decirle “señor presidente”, Milei le pidió que lo siga llamando como hizo siempre. Este detalle, que puede parecer a simple vista menor, le dio la oportunidad al próximo mandatario argentino de dar algunas definiciones sobre su relación con el poder.
Fiel a lo que sería su concepción liberal, el líder de La Libertad Avanza dijo que se tomará la presidencia como “un trabajo”. Comentó que esta mañana Alberto Fernández le hizo la guía de agente inmobiliario en la quinta de Olivos y dejó en claro que irá allí en condición de “inquilino” y “transitorio”.
También señaló que cuando termine “su trabajo” se irá a vivir al campo, pero que por a Fiel a lo que sería su concepción liberal, el líder de La Libertad Avanza dijo que se tomará la presidencia como “un trabajo”. Comentó que esta mañana Alberto Fernández le hizo la guía de agente inmobiliario en la quinta de Olivos y dejó en claro que irá allí en condición de “inquilino” y “transitorio”. hora, es un “profesor universitario” que le toca ser temporalmente el presidente de los argentinos. Mientras tanto, en lo que dure el ejercicio del poder, el referente libertario prometió que tendrá una gestión austera, al igual que tiene en su vida personal.
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En este sentido, aseguró que tratará de evitar la utilización del tradicional helicóptero, que lleva a los mandatarios todos los días de la semana de la quinta de Olivos (provincia de Buenos Aires) a la Casa Rosada, ubicada en las cercanías del centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este gasto y despliegue ha significado siempre un símbolo de opulencia y despilfarro, que ha enojado históricamente a una buena parte de los contribuyentes argentinos.
La idea de Milei es trabajar directamente en la residencia oficial. “Me puedo levantar, ir al escritorio, ponerme a trabajar directamente sin tener que viajar. Si necesito una reunión con un ministro le digo que venga y listo”. El presidente electo se autodenominó como un “workaholic” y resaltó que la misma actitud que tuvo en el sector privado la repetirá en su “trabajo” de presidente.
En relación con los principales aspectos del “mandato” que le otorgó el electorado argentino, Milei resaltó la necesidad de “eliminar” la inflación y no cedió un milímetro frente a su idea de terminar con el banco central. “Los salarios van a volar en dólares”, advirtió.
En otro de los aspectos que se mantuvo firme con relación a su propuesta de campaña fue en la eliminación del gasto público nacional en materia de obra pública. Ante la consulta del entrevistador sobre qué hará con las obras licitadas, el presidente electo fue claro: “No hay plata, Alejandro”. Por lo tanto, reiteró la necesidad que intendentes y gobernadores apelen al sector privado para sus obras de infraestructura.
Según Milei, el equilibrio fiscal podría ser realidad en 2024, donde anticipó que tampoco habrá más cepo cambiario. Su “plan motosierra” tiene como finalidad una reducción de 15 puntos del PBI. A pesar del desafío, el presidente electo se mostró optimista y reiteró que no se dejará extorsionar por los grupos de presión que no están dispuestos a perder sus privilegios.