“Es evidente que no se han encontrado las herramientas para ayudar a Independiente. Razón por la cual presento mi renuncia como presidente del club”. Con estas palabras, Fabián Doman se fue del “rojo” de Avellaneda, compartiendo un comunicado en redes sociales. Había asumido en octubre del año pasado, pero la crisis se lo llevó puesto y él mismo reconoce que no tiene soluciones para aportar. Sin embargo, a pesar de lo que parece un fracaso, él reivindica su candidatura y su efímera presidencia. ¿Por qué? Porque logró “sacar” a Hugo Moyano.
Hace tiempo que la situación de los clubes de fútbol de Argentina replican en sus internas los bandos de la política nacional: el enfrentamiento entre facciones macristas y kirchneristas. Cabe recordar que Mauricio Macri, antes de ser intendente de la Ciudad de Buenos Aires y presidente de la Nación, estuvo a cargo de Boca Jrs. en una excelente gestión, que no pudo repetir en el ámbito político general.
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En el Club Atlético Independiente, en 2014 asumió el sindicalista camionero Hugo Moyano. Uno de los referentes gremiales más fuertes del kirchnerismo. Aunque su “perfil”, por decir de alguna manera, era conocido por la mayoría de los socios, fue elegido con los peores argumentos que evidencian la degradación social argentina. Esa idea que mejor tener un “mafioso” fuerte que un dirigente timorato. Independiente venía del primer descenso a la segunda categoría y muchos consideraron que hacía falta un hombre como Moyano para revertir la situación.
Sin embargo, la gestión del sindicalista fue un rotundo fracaso. En lo económico, en lo político y en lo deportivo. Incluso fue todo un problema llamar a elecciones para elegir otras autoridades, escándalo que no había sucedido nunca en la historia del “rojo”. Luego de un duro proceso, una coalición liderada por el periodista Fabián Doman, con varios referentes macristas en el frente, pudo imponerse en las elecciones del año pasado y Moyano tuvo que abandonar el club.
Los festejos y la bocanada de aire duró muy poco. A pesar de encontrar evidencia de las operaciones económicas del moyanismo, que generaron serios problemas financieros para el club, no aparecieron las soluciones (ni los recursos) para revertir la situación. Independiente, según contó el propio Doman en su carta de renuncia, por estos días tiene hasta problemas para pagar los sueldos. Como si fuera poco, los resultados en el primer equipo no acompañan. Dos cosas que suelen venir de la mano en la mayoría de los casos.
Reconociendo que no tiene más para darle al club, el periodista dio un paso al costado y dejó al frente del Ejecutivo al macrista Néstor Grindetti. Sí, intendente actual del partido bonaerense de Lanús. Para asumir la dirección del equipo de fútbol, Grindetti pidió licencia en la intendencia. Mamarrachos que suceden solamente en Argentina y no exclusivamente en el kirchnerismo. Recordamos que en el oficialismo, luego de perder la elección de medio término hace dos años, el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, pidió permiso en su provincia para asumir como jefe de Gabinete del golpeado gobierno de Alberto Fernández. Al no poder revertir la situación, y ante el temor de perder las elecciones este año, retornó a su función como si nada. Los vicios macristas y kirchneristas son cada vez más parecidos.
A pesar de la corta gestión y la renuncia temprana, al ser consultado por sus colegas, Doman reivindica todo su accionar y ofrece el mismo argumento como si fuera un mantra: “Pero sacamos a Moyano”. Aunque reconoce que no pudo ofrecer las soluciones que el club necesita y tampoco los recursos económicos para sacarlo de la crisis, el ahora expresidente del “rojo” está convencido de que es preferible la situación actual a lo que hubiera sido la continuidad del moyanismo.
Doman: -Si no nos hubiésemos presentado el presidente hoy sería Moyano.
Periodista: -¿Pero se está prendiendo fuego Independiente?
Doman: -¿….Y? ¿Qué tiene que ver…?
— Emanuel Respighi (@erespi) April 12, 2023
Todo esto deja una clara advertencia para las elecciones nacionales que tendrá Argentina este año. El Frente de Todos de Alberto y Cristina Fernández es la analogía perfecta con el clan Moyano en Independiente. La gran mayoría de los argentinos está buscando un cambio y todas las encuestas lo dejan en evidencia.
Claro que, además de votar por algo distinto, es necesario tener en cuenta que la alternativa a elegir tenga un plan claro. Remover a los responsables del actual fracaso es importante, pero solamente se trata del primer paso. El próximo gobierno agarrará un hierro caliente como pocas veces ha ocurrido en la historia del país, a pesar de sus permanentes crisis económicas. No alcanza con el voluntarismo ni con el optimismo para revertir la situación. Hace falta un plan concreto y una hoja de ruta muy clara para pasar del fracaso al éxito, sin caer nuevamente en el ciclo de los descalabros consecutivos. Algo que ya ocurrió con el período kirchnerismo-macrismo-kirchnerismo.