Vladímir Putin está nervioso. Está en una situación, más allá de los rumores sobre su estado de salud, que no se imaginaba al momento de decidir la invasión sobre Ucrania. Luego de que las cosas se complicaran con su ejército regular, y del fracaso de operaciones improvisadas como la “importación” de mercenarios sirios, el presidente ruso ahora quiere movilizar a sus ciudadanos al frente. El resultado fue un éxodo inmediato, que agotó los pasajes de avión disponibles para salir de Rusia en estos días. Mientras crecen las protestas y la represión en Moscú, Putin comenzó a transitar el peligroso camino de las amenazas con armas nucleares.
Insistiendo con la tesis que la presencia de la OTAN en Ucrania significaría “un riesgo” para la integridad de Rusia, Putin aseguró que está siendo víctima de un “chantaje” de Occidente, por el poderío nuclear de sus potencias. En este sentido, indicó que él está dispuesto a apretar el botón rojo. “Esto no es un bluff”, amenazó.
“A aquellos que se permiten semejantes declaraciones hacia Rusia, quiero recordarles que nuestro país dispone también de varios medios de destrucción, y componentes distintos y más modernos que los de los países de la OTAN, y cuando la integridad territorial de nuestro país se vea amenazada, para proteger a Rusia y a nuestro pueblo, utilizaremos sin duda todos los medios a nuestra disposición”, señaló Putin.
“A los que intentan chantajearnos con armas nucleares deben saber que la rosa de los vientos también puede girar en su dirección”, aseguró el presidente ruso, que acaba de convocar a la primera movilización bélica con civiles desde la Segunda Guerra Mundial.
“Estamos hablando de una movilización parcial. Solo los ciudadanos que están actualmente en la reserva estarán sujetos al reclutamiento. Sobre todo, aquellos que han servido en las fuerzas armadas y tienen cierta especialidad militar y experiencia relevante”, aseguró. Ante la masiva salida de rusos del país, que no quieren saber nada de exponer el cuerpo por los planes bélicos del mandatario, desde el gobierno de Ucrania lamentaron “la tragedia” que está viviendo la ciudadanía rusa por estas horas.
El llamado a la movilización generó un repudio importante en Rusia y miles de personas se lanzaron a las calles para manifestarse en contra de Putin. Luego de una salvaje represión, hasta el momento la suma de detenidos por las fuerzas de seguridad supera las 1.300 personas.
Zelenski pide ayuda para no frenar su avanzada y expulsar a Rusia del territorio ucraniano
Esta tarde, en el marco de la Asamblea General de la ONU, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció a Putin y solicitó un castigo en contra del régimen ruso. “Se ha cometido un crimen contra Ucrania y exigimos un castigo justo”, señaló.
Como en otras oportunidades, el mandatario aseguró que quiere el final del conflicto y la paz, pero que su país ha tenido que demostrar “su fuerza en el campo de batalla”, para defenderse de la invasión rusa.
Zelenski también pidió más apoyo económico y militar, con armas de largo alcance y defensas aéreas, ya que consideró que el invasor golpeado, desea pasar el invierno en las zonas ocupadas para una nueva ofensiva futura. “No podemos aceptar retrasar la guerra”, señaló. Para el líder ucraniano, las nuevas propuestas de “negociaciones” por parte del Kremlin, no son más que una trampa para ganar tiempo.